Aunque intentó dominar las acciones y defender su condición de local, Deportivo Quito no tuvo argumentos para vencer al Macará en el estadio Atahualpa.
El equipo capitalino despertaba expectativa por la reciente contratación de los peruanos José ‘Zlatan’ Fernández y Diego González Vigil, así como del ecuatoriano Segundo Castillo, pero el juego evidenció su todavía escasa adaptación al juego colectivo.
Recién iniciado el encuentro, Fernández recibió en el área un pase de Edwin Tenorio que, aunque no pudo convertir en gol, anunciaba sus intenciones de llegar al arco de Wilmer Zumba.
No obstante, el Macará respondió a minuto seguido con un contragolpe de Roberto Mina, quien falló en la definición al quedar solo frente al meta Bonard García.
En los siguientes minutos, Isaac Mina y Mauricio Donoso reforzaron el ataque de la ‘academia’, pero la falta de precisión en los remates desesperó al equipo durante todo el partido.
Aproximadamente al minuto 10 de juego, un fuerte aguacero cayó sobre el escenario de El Batán. La gran cantidad de agua sobre el gramado empezó a formar charcos en el campo sur que dificultaban la normal circulación del balón.
Este hecho alteró drásticamente la dinámica del encuentro, pues tanto los jugadores del Quito como los del Macará preferían enviar pases largos y elevados antes que retener el balón e intentar controlarlo en esas condiciones.
En este punto del juego Castillo se convirtió en un volante ofensivo, llegando incluso a recibir varios centros por su buena ubicación dentro del área.
No obstante, el jugador erró en todas las oportunidades que tuvo de rematar al arco, tanto por sus disparos desviados como por las atajadas de Zumba.
En el inicio del segundo tiempo, ya sin lluvia, el técnico Rubén Insúa mandó a la cancha a Juan Carlos Paredes en reemplazo del juvenil Pedro Velasco, con la intención de darle a su equipo mayor salida por la banda derecha.
Si bien el jugador se mostró aplicado en su función, no tuvo el acompañamiento necesario para aportar peligro a sus desbordes.
Siguiendo el ejemplo de Castillo, y en vista de que el empate sin goles se mantenía con el paso de los minutos, Edwin Tenorio decidió probar, sin efectividad, varios remates desde afuera.
Macará llegaba menos, pero cada vez que tenía la oportunidad burlaba el costado derecho de la zaga del Quito con llegadas de Pedro Larrea y Franklin Corozo.
En los minutos finales el Quito buscó el gol de la ventaja con desesperación, pero diferentes circunstancias lo impidieron.
Incluso un remate de Geovanni Caicedo impactó en el vertical, cuando el balón llegó a sus pies luego de un tiro de esquina.
Macará llegó menos, pero generó casi tantas opciones de gol como el dueño de casa.