En un partido con pocas emociones y cerca de 2 000 aficionados en las tribunas el club Cuniburo le ganó 1-0 al ‘Papá’ Aucas de la capital, con un gol anotado por el defensa Carlos Méndez en el minuto 88 del encuentro.
La victoria del cuadro local significó que el Aucas posponga la celebración, que lo consagraría como campeón de la Segunda Categoría del fútbol de Pichincha, ya que el empate le era suficiente al cuadro capitalino para acceder al título.
El partido, desarrollado ayer en el estadio de Rumiñahui, empezó con un equipo local lanzado al ataque, pero sin la suficiente claridad como para inquietar el arco del golero Lozano. Por su parte, el Aucas se defendía con orden e intentando el contragolpe, pero también sin eficacia.
Al minuto 20 el volante ofensivo Hugo Bedoya puso en aprietos a Lozano luego de un disparo de fuera del área, que el portero supo despejar por la última línea.
A partir de ahí Víctor Chalá y Diego Betancourt se juntaron en la media cancha y generaron algunas jugadas de peligro en contra de la valla auquista, pero siempre el arquero salió avante y se convertía en figura del partido.
Parecía ser que esa estrategia, de disparar desde media distancia, daba resultados. Así, Miguel Ayoví volvió a poner a prueba a Lozano, este aflojó el balón y el centrodelantero Romel Estupiñán falló solo frente al arco y desperdició una vez más la oportunidad de anotar.
En la segunda etapa, el juego se hizo más monótono y aburrido que en el primer tiempo. Las líneas de volantes de ambos clubes hacían el trabajo de marca y la parte ofensiva quedó de lado.
No obstante, el conjunto local tenía más tiempo el balón en su poder, pero carecía de efectividad para llegar a los últimos metros de la cancha con verdadero peligro. Aucas, por su parte, intentó llegar con centros largos para aprovechar la corpulencia del recién ingresado Roberto Ordóñez, quien reemplazó en el minuto 75 a Gustavo Figueroa.
El arquero de Cuniburo, el experimentado Sandro Borja, nunca tuvo problemas para contrarrestar los tibios ataques de la escuadra capitalina.
Todo parecía indicar que el empate sentenciaba un partido discreto, hasta que un ataque de Cuniburo finalizó en un tiro de esquina. Vino el centro, un mal despeje de la zaga y Carlos Méndez con un tiro rasante junto al palo levantó a la hinchada local.