Gerson Cedeño utiliza dos camisetas para jugar. Por fuera luce la divisa oficial de Barcelona y por debajo una blanca, sin mangas, con una foto de su mamá estampada en el centro, a la altura del pecho.
Junto a la foto, hay una frase: “Chinita, me haces falta”. Chinita le decía a su mamá. Ella falleció hace 10 años después de dar a luz a su última hija. Una de esas utilizará este domingo, cuando acompañe a José Luis Perlaza y a Anderson Ordóñez en el partido de este domingo, a las 12:00, ante Olmedo de Riobamba.
Para jugar este compromiso, Barcelona no podrá contar con Frickson Erazo, Carlos Gruezo y Pablo Saucedo, por suspensiones. José Ayoví y Michael Jackson Quiñónez continúan lesionados.
La idea del estratega Gustavo Costas es probar variantes, ya que su intención es armar dos equipos para jugar la segunda etapa del Campeonato Nacional y la Copa Sudamericana.
Cedeño tenía 10 años, cinco de ellos dedicados por completo al fútbol, cuando murió su mamá. La pérdida de su madre hizo que pensara en abandonar el fútbol. Dejó de entrenarse, pero su padre fue fundamental para que desistiera de esa idea.
Bernabé Zambrano, utilero de Barcelona, lo recuerda desde cuando tenía cinco años. Pese a su edad, cuenta, era muy temperamental. Tenía carácter para enfrentar a cualquier rival.
Entre tanto, el defensa Anderson Ordóñez es otra de las variantes que tendrán los canarios. Él debutará en el equipo principal. Fue convocado para el cotejo que Barcelona perdió ante el Quito, en la primera fase, pero no jugó.
Por su parte, la ‘novela’ de Damián Díaz finalizó ayer. Barcelona compró los derechos deportivos del volante hasta junio del 2015, por USD 1,1 millón. La dirigencia de Boca Juniors lo había cotizado en USD 2 millones.