Liga de Quito ganó, pero sus hinchas volvieron a salir inconformes de Casa Blanca. El equipo albo entró en la pelea por el primer lugar gracias al oportunismo del goleador Claudio Bieler porque, futbolísticamente, el equipo mejoró poco.
El ‘Taca’, con su tanto 15 en el año, apagó anoche un incendió en Ponciano y evitó otro bombardeo de críticas en la tienda merengue. La ‘U’ consiguió un triunfo (2-1) ante Técnico Universitario. Fue un resultado matizado de angustia y dudas por el funcionamiento del equipo albo.
La renovación del compromiso por mejorar el desempeño no se plasmó en el primer examen después de dos semanas de paralización. Otra vez hubo adversidades que alteraron el refrescado libreto del técnico Edgardo Bauza.
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La primera piedra en el nuevo camino apareció a los 15’. Una inesperada lesión de Édison Méndez obligó a su salida y al ingreso de David Quiroz. Eso incidió en el módulo táctico y Liga volvió a ser un equipo desdibujado.
Si había ilusión por ver a un equipo arrollador ante los ambateños con los dos delanteros (Bieler y Ariel Nahuelpan) en la ofensiva y el abastecimiento de Damián Manso eso se fue desvaneciendo poco a poco. El ‘Piojo’ Manso, quien luce con algunas libras menos, no halla esa sutileza para manejar la pelota.
En la intención del DT Edgardo Bauza de aplicar un nuevo sistema (4-4-2) en la ‘U’ hubo otro inconveniente: el orden con el que llegó el equipo rojo. También fue una muestra que Técnico Universitario tiende a mejorar con el DT Mario Saralegui. Los visitantes fueron atrevidos al jugar al ataque con Álex Colón y Luis Santana, rápidos para el contragolpe y en el paraguayo Néstor Ayala, un jugador que pelea por alto.
Con esa fórmula, Técnico halló el primer gol. Fue una individualidad de Santana. Sin embargo, salió rápido del apuro con el gol de José Cevallos. ‘Júnior’ cabeceó en la mitad del área. Con el empate, Liga encontró la calma, pero no halló orden. En una jugada de pelota quieta, en el segundo tiempo, llegó el alivió para los locales. Manso levantó el centro y apareció Bieler para empujar la pelota y anotar el gol del sufrido triunfo.