Invicta en tres juegos, con cero goles en su portería y uno de los goleadores del torneo en sus filas. La Selección de Colombia es hasta ahora uno de los equipos que mejor juego ha presentado en la Copa América Argentina 2011.
Con un dibujo táctico 4-1-4-1, las actuaciones del equipo que entrena Hernán Darío Gómez, quien es asistido por el novel pero exitoso DT Leonel Álvarez, dan motivos para hablar de un posible resurgimiento del balompié cafetero. Y hacen recordar de alguna manera a la generación de René Higuita, Carlos Valderrama, Faustino Asprilla, el propio Álvarez, Freddy Rincón, entre otros, que brilló en los ochenta y en la mitad de los noventa.
¿Cuáles son las claves del renacer del fútbol colombiano, que se refleja en el torneo continental que se disputa en canchas argentinas? Mariano Olsen, el director del programa Nuestra Tele Deportes del canal NTN24, tiene una respuesta. “Los jugadores, en su mayoría, evidentemente se han nutrido de una gran experiencia en Europa. Casi todos triunfan en sus equipos en el exterior y vienen con una mentalidad de ganadores”.
En efecto, la nómina titular de Colombia incluye a nueve futbolistas que defienden las blusas de cuadros del Viejo Continente.
El portero Luis Enrique Martínez y el delantero o volante Dayro Moreno, ambos del Once Caldas de Manizales, son las excepciones. El primero se ganó el puesto a última hora, pues el número uno indiscutible es David Ospina, del Niza francés.
La línea defensiva es netamente ‘extranjera’. Camilo Zúñiga y Pablo Armero, que juegan para el Nápoli y el Udinese de Italia, en su orden, se incluyen en la lista de los mejores laterales del mundo.
Y los defensores centrales Mario Alberto Yepes y Luis Amaranto Perea visten las camisetas del Milan italiano y del español Atlético de Madrid.
El bloque de centrocampistas es predominantemente ‘extranjero’. Carlos Sánchez, Abel Aguilar, Freddy Guarín y Adrián Ramos pertenecen a las filas del Valenciennes francés, Hércules español, Porto portugués y Hertha Berlín alemán, respectivamente.
A ellos se agrega Moreno. Radamel Falcao García, uno de los goleadores más apetecidos en la actualidad en las ligas europeas y cuya ficha pertenece al Porto, comanda el ataque.
Olsen cree también que el entrenador también se ha insuflado de esa disposición ganadora. Sin embargo, sostiene que los cuartos de final de la Copa permitirán determinar “la verdadera dimensión de este equipo, puesto que salvo Argentina, los otros rivales a los que enfrentó no tienen prestigio”. El rival en cuartos será el incómodo Perú, del estratega uruguayo Sergio Markarián.
Eliécer Ballén Díaz, asimismo, descubre que la disciplina táctica, el orden y una buena defensa constituyen las claves del buen desempeño del plantel que prepara el entrenador ‘Bolillo’ Gómez.
El especialista en fútbol de la cadena colombiana Caracol TV coincide en que la mayor parte de los integrantes del cuadro cafetero llegó en su mejor momento futbolístico. Por ejemplo, Falcao García y Guarín arribaron con un envión anímico enorme, luego de conquistar todo lo que jugó su club.
Ballén Díaz anota que el sistema 4-1-4-1, que ha adoptado Gómez funciona porque está apuntalado por una segura defensa. “El equipo ataca defendiéndose bien”. Es más, recuerda que los 30 días que el conjunto colombiano se estrenó en Bogotá se hizo más énfasis en mejorar los movimientos defensivos. Y se ven los resultados: la valla cafetera no ha sido perforada en los tres partidos de la primera fase.
Arturo Boyacá, entrenador del equipo bogotano Independiente Santa Fe, igualmente considera que fue un acierto la integración de Álvarez al equipo técnico del seleccionado. “Él trajo innovaciones tácticas y nuevas ideas para fortalecer a un entrenador con la experiencia de Hernán Darío Gómez”.
Boyacá también señala que Álvarez, quien tuvo un estreno exitoso como estratega al llevar al título al Deportivo Independiente Medellín (DIM) en el 2009, apuntaló el comando técnico de un equipo que requería ser más agresivo en la delantera y de una mejoría en la defensa.
Y desde la Argentina, el propio ‘Bolillo’ descubre el meollo de su sistema. “Este trabajo en zona que hacemos es perfecto. Los únicos que podemos dañar este trabajo somos nosotros. Es como un castillo de naipes, si una hoja cae, caen todas”, dijo al diario El Espectador.