Su paso era lento, caminaba con cierta molestia tras recuperarse de los tres balazos que recibió hace una semana. Estaba rodeado de dos personas que impedían que la gente se le acercara demasiado.
Así, Luis Bolaños, jugador de Liga de Quito, abandonó lentamente ayer el Hospital Metropolitano. Ahí ingresó el viernes pasado luego de un supuesto intento de asalto, en el cual recibió tres impactos de bala.
El ‘Chucho’, como es apodado el futbolista, salió en compañía de su esposa, Stéfani Tejada, y de su hermana Anita Bolaños. Vestía jean, camiseta y gorra de color gris. También gafas oscuras.
“Mi abogado está encargado de todo. Yo solo me dedicaré a recuperarme”, expresó el volante albo ante la inquietud de los periodistas. Unos 30 comunicadores, fotógrafos y camarógrafos lo rodearon. Atrás suyo, Tejada procuraba que no se le acercaran por temor a que tocaran las partes afectadas (el hombro y el brazo derechos).
Nuevamente, Bolaños recordó cómo se dio el intento de asalto en el parqueadero del Quicentro Shopping, pero aclaró: “Nunca me retracté de denunciar a los culpables. No tuve tiempo para ver cómo vestían ni otros detalles por el susto. Solo me percaté de su contextura, del acento colombiano. Seguiremos con las acciones legales”.
En el lugar también se esperaba a Esteban Paz, directivo de Liga, pero no llegó. Bolaños salió custodiado por dos personas, mientras su esposa, que tiene un embarazo de siete meses, y su hermana aguardaron en un vehículo Mazda de color gris y vidrios polarizados.
El jugador aseguró que no se trató de un caso de extorsión, pero tendrá mayor cuidado.