El título de Boca Juniors del Apertura 2011 no fue lo único destacado en el fútbol argentino. Ese país también sufrió el impacto de su pésima Copa América, el descenso de River Plate y el fracaso en las copas Libertadores (ganada por Santos) y Sudamericana) (levantada por la Universidad de Chile).
Así, con un año muy malo en el balance general, la celebración de Boca alegró los corazones de la afición xeneize, que no festejaba desde el 2008.
En realidad, Argentina tuvo dos campeones en el año. En la primera mitad, Vélez se adjudicó el Clausura. Boca, comandado por el DT Julio Falcioni, reinó en el Apertura, con una campaña mucho mejor que la de Vélez.
Los números de ambos favorecen a Boca, que obtuvo puntos, mientras que Vélez, solo 39. Los goles que recibieron los de Falcioni fueron apenas seis y los dirigidos por Ricardo Gareca, 17. Boca no perdió puntos por derrotas; sí Vélez, que cayó derrotado en cuatro oportunidades. Los empates también favorecen a Boca: 7 a 3.
Vélez se impone a Boca en el balance anual en el ámbito internacional. Boca, que arrastra una crisis hace varios años, no tuvo nada qué mostrar. En cambio, Vélez se ubicó entre los cuatro mejores de la Copa Libertadores, entre los cuatro de la Sudamericana (lo eliminó Liga de Quito) y tercero en el escalafón mundial de clubes.
Otra diferencia, quizás la más notable, está en el aspecto administrativo. Vélez saca ventaja con una política muy clara y ordenada, no vende al medio local salvo excepciones. También hay respeto por los contratos y los tiempos: mientras en Boca desfilan jugadores y técnicos; en Vélez el DT va por su cuarta temporada.
Con todo, Boca logró un título que maquilla su situación, gracias al primer acierto de contratar en enero a Falcioni, que venía de consagrarse campeón con Banfield en el 2009.
También vinieron refuerzos como Somoza (Vélez), Erviti (Banfield), Lucchetti (Banfield), Caruzzo (Argentinos Juniors), Cellay (Estudiantes) e Insaurralde (Newell’s). Con ellos, Boca acabó en el puesto séptimo pero con algunos puntos altos: el equipo estaba lejos de los promedios del descenso (de hecho, el que descendió a Primera B fue el archirrival River Plate) y hubo momentos de excelente trato al balón.
Para el Apertura, ya con el veterano Martín Palermo retirado, Falcioni se reforzó con Cvitanich (Ajax), Orion (Estudiantes), Franco Sosa (Libre) y Sebastián Sosa (Peñarol). El DT mantuvo su esquema de cuatro defensores, tres marcadores, un volante ofensivo y dos atacantes, y firmó una campaña invicta que lo llevó al título.
Falcioni pudo mantener los buenos resultados a pesar de las lesiones que aquejaron al plantel, como las de Viatri (se rompió los ligamentos cruzados) y Cvitanich (se desgarró varias veces). El entrenador seguirá al frente del equipo en este año.