Luis Bolaños no marcaba desde la octava fecha de la primera etapa. Pero ayer, con dos anotaciones, le dio el triunfo a Barcelona 2 – 1 ante Macará.
Los canarios nuevamente volvieron a generar dudas en su hinchada. Practicó un juego lento y sin ideas ofensivas claras en el área visitante. Le costó, durante los primeros minutos del partido, tener la pelota en su poder y administrarla con eficacia.
El equipo dirigido por Juan Manuel Llop recargó su juego por la banda derecha desde el inicio. Omar de Jesús, lateral por esa banda, cruzó constantemente la mitad de la cancha.
Macará, dirigido por el argentino Víctor Riggio, fue superior a Barcelona durante los primeros minutos. La clave fue copar la media cancha y restar espacios a Luis Bolaños y Ricardo Noir.
Barcelona empezó a tomar la iniciativa después de los 15 minutos. Pero a los 18’, Roberto Mina puso en ventaja a Macará al aprovechar un pase perfecto, a espaldas de la defensa local, de Jaime Iván Kaviedes.
Los toreros reaccionaron, adelantaron sus líneas y probaron centros y pases largos.
Producto de la insistencia más que por argumentos futbolísticos, Barcelona logró empatar el partido a 37 minutos, a través de un remate de cabeza de Bolaños.
El centro fue ejecutado por Garcés después de esquivar la marca de dos defensores rivales.
En la segunda etapa el nivel de juego de los dos equipos no varió.
Para ganar mayor poder ofensivo, Llop dispuso el ingreso de Vinicio Angulo por Dennis Quiñónez. Mientras tanto, en el conjunto visitante, Riggio mandó a la cancha a Cristhian Castro por el juvenil Edwin Castillo.
En Barcelona incluso ingresó Pablo Palacios por Juan Samudio para refrescar la zona de ataque.
Y fue justamente el ‘Cabezón’, como se conoce a Palacios, quien habilitó a Bolaños para que, a los 90 minutos, marque el gol del triunfo con un soberbio remate de media distancia que venció al portero Wilmer Zumba.