El director técnico Luis Zubeldía ayer se pasó las manos por la cabeza con frecuencia. No precisamente para secarse el sudor producto de los 38 grados de temperatura que hubo durante el partido, sino para lamentarse por los errores de sus dirigidos.
Barcelona dejó más dudas que certezas. Fue un equipo sin ideas ofensivas, con errores y con más ganas que buen juego.
Eso mostraron los canarios durante todo el compromiso ante Liga de Loja, que terminó 0-0.
Los amarillos tuvieron más intención que precisión en el traslado de la pelota. Apostaron por el juego por las bandas, lo que lo convirtió en un cuadro predecible y fácil de controlar para el equipo visitante.
Zubeldía intentó sorprender al técnico Paúl Vélez con un cambio de última hora en su alineación. Contrario a lo que había probado durante la semana de entrenamiento, alineó al juvenil Carlos Gruezo por la banda derecha en lugar de Miguel Ibarra.
En el medio campo, junto al colombiano José Antonio Amaya, colocó a Michael Jackson Quiñónez. Pero en la segunda etapa Zubeldía tuvo que corregir.
Gruezo no fue un aporte significativo para los amarillos ni defensiva ni ofensivamente. Por eso, fue reemplazado por José Ayoví.
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Esa variante cambió notablemente el funcionamiento de los locales. Le otorgó más dinamismo y contundencia al juego ofensivo de Barcelona.
La expulsión de Marcos Mosquera a los 53 minutos contribuyó al dominio de los toreros. El jugador había ingresado en lugar del juvenil Juan Sebastián Novillo, pero estuvo apenas ocho minutos en el campo de juego.
Barcelona no supo aprovechar la superioridad numérica. Pero más allá de los errores de los locales, Liga de Loja tuvo una virtud: se mantuvo concentrado en la defensa y una de sus fortalezas fue el arquero colombiano Luis Fernández, figura del partido.
Otra virtud de los lojanos fue la marca en el medio campo. Controlaron al volante de creación argentino Damián Díaz y así Barcelona se quedó sin ideas.
Así, el goleador Narciso Mina pasó desapercibido y su acompañante, el argentino Pablo Lugüercio, no fue el complemento que él esperaba.
En resumen, fue un partido atípico. Pese a las imprecisiones, Barcelona generó 18 jugadas de peligro pero no pudo anotar.
Liga de Loja pudo incluso ganar el partido a través de un discutido penal a los 80 minutos. Carlos Feraud fue el elegido para cobrar la falta, pero el arquero Máximo Banguera salvó a su equipo.
El mismo Vélez calificó como una hazaña el empate ante Barcelona. El estratega argentino Zubeldía, por su parte, debió reconocer que sus jugadores cayeron en muchos errores.
Así vi a mi equipo
José Caamaño
Barcelona: El equipo jugó mal; nos faltó generar peligro
Fue un partido desastroso. Pese a que dominamos no logramos marcar y los partidos se ganan con goles. Damián Díaz fue muy individualista y el juego en conjunto del equipo no debe depender totalmente de él. Hay que mejorar para poder lograr los objetivos.
Álex Bolaños
Liga (L): Si Feraud no fallaba el penal ganábamos
Pusimos en apuro a Barcelona y en su propio estadio. El empate no es un mal resultado considerando la jerarquía de la plantilla de Barcelona. Si Carlos Feraud no fallaba el penal seguramente ganábamos el partido porque faltaban pocos minutos para que se terminara el compromiso. Vamos por buen camino.