Luis Miguel Escalada (7) de la Universidad Católica pelea el balón con Federico Alonso (17) de Fuerza Amarilla durante el partido jugado en el estadio Olímpico Atahualpa. Foto: Eduardo Terán/ EL COMERCIO
Un espacio familiar lejos del ruido de la ciudad fue lo que escogió Luis Miguel Escalada, delantero de Universidad Católica, para su tercera estancia en Quito (antes jugó en Liga y en el Deportivo Quito).
Rentó una casa en Cumbayá, para morar con su esposa
Natalia Vázquez y un perro de raza mini pincher, al cual la pareja decidió llamar Júnior.
En su tiempo de pareja, ‘Pichu‘ no consume fútbol por TV, sino las películas de moda: va al cine o las compra para verlas en DVD. Lejos de las canchas, él prefiere los paseos junto a su perro, acompañado de un termo y hierba mate, producto tradicional de Argentina.
En la última década, Escalada ha jugado para seis clubes en Ecuador y seis internacionales, obteniendo cuatro títulos: un bicampeonato con Emelec (2014-2015), donde se hizo conocer en el 2006, una corona con Liga de Quito y otra con el Real Salt Lake de Estados Unidos.
El ariete -autor de dos goles en este torneo con el ‘Trencito’ no toma como una revancha personal su retorno a la capital, ciudad que ya lo acogió en el 2007 cuando fichó por Liga de Quito, y también en el 2012, cuando defendió al Quito.
Dice sentirse más a gusto con el clima del valle y con la diversidad de espacios para pasear que le brinda Cumbayá. Respeta su siesta, pues le ayuda a recuperarse del esfuerzo en un entrenamiento. A esta actividad le dedica hasta 60 minutos.
Escalada, de Ceres, provincia de Santa Fe, en 11 días cumplirá 30 años de edad. Él se muestra cómodo en el ‘Trencito’, club al cual cataloga como un equipo que construye sus primeras armas para conquistar un campeonato. “Católica tiene un grupo bueno de jugadores, que te hacen sentir cómodo y tranquilo. Candidatos son otros”.
Ramón Maddoni y Luis Andretto fueron quienes lo descubrieron y vincularon a Boca Juniors de Argentina, donde conoció a Juan Pablo Caffa, cuando el volante nacido en Murphy, Santa Fe, estaba en una categoría dos veces superior a la de Escalada.
Jorge Célico decidió que ambos fueran compañeros de habitación durante las concentraciones ‘camarattas’. “Soy un agradecido de Boca por lo que me dio, aunque soy hincha de Colón”.
En nueve temporadas en el país, Escalada lleva 96 goles anotados en torneos nacionales y está cerca de los 100 tantos, grupo en el cual están solo 32 jugadores.
Cerca de 100 goles
“Siempre sueño con acercarme a mi marca de goles que logré en el 2006 (29 goles), aunque mi mentalidad trabaja para ser campeón”, reseña Escalada, tras agradecer a Marcos Mondaini por la cantidad de goles marcados en esa temporada y al resto de compañeros que lo abastecieron.
Narró que invirtió el dinero que el fútbol le ha dado en 12 años de carrera en la adquisición de propiedades en Santa Fe, Rosario y Buenos Aires, para que su renta le brinde beneficios a futuro.
Sobre su rival de hoy (19:00) en el Atahualpa, Escalada señaló que Célico trabaja en la finalización de la jugada, para no desperdiciar lo que generan en ataque. Escalada conoce los planteamientos de Carlos Ischia, debido a que lo tuvo como entrenador en Boca Juniors y Deportivo Quito.
“Sé cuál es la idea de juego de Carlos (Ischia) y respeto también la idea de Jorge (Célico) de tenencia del balón y ser profundo en ataque”, anticipó el goleador ‘camaratta’.