Claudio Borghi, espera el autobus al noche del domingo 27 de marzo en el aeropuerto Mariscal Sucre en Tababela, después del partido ante Barcelona Sporting Club. Foto: Juan Carlos Narváez / EL COMERCIO
La goleada ante Barcelona Sporting Club (5-0) fue la tercera derrota de Liga de Quito en el campeonato local y que empujó al equipo al décimo lugar de la tabla de posiciones.
El año empezó con dos amistosos ante el América de Cali. Ganó 1-0 en el partido de presentación y en la revancha, perdió por el mismo marcador.
En el inicio del campeonato empezó perdiendo 2-0 ante el ascendido Delfín. La ‘U’ sufrió por los partidos diferidos de la segunda y tercera fecha del torneo local.
Debutó con poco fútbol en la Copa Libertadores ante
San Lorenzo. Ganó en Casa Blanca y Borghi halló calma. Sin embargo, en el torneo hubo duros tropiezos. Volvió a perder con otro ascendido: Fuerza Amarilla por 1-0.
En las últimas tres semanas, la ‘U’ acumuló partidos y el rendimiento fue cuestionado. Los dos triunfos que logró en el campeonato fueron al apuro. Venció por 1-0 al Aucas y a Mushuc Runa. Empató con Independiente del Valle 0-0 y con la Universidad Católica 1-1.
Además cayó goleado en Brasil ante Gremio 4-0 y de local perdió con Toluca 2-1 en Casa Blanca. Los números son en rojo.
De los siete partidos jugados en el torneo doméstico, ganó dos, empató dos y perdió tres. Ha marcado tres goles y ha recibido nueve. De los 21 puntos disputados ha sumado ocho. En Libertadores tampoco fue favorable la campaña. Anotó tres goles y recibió seis. Tiene tres puntos y las posibilidades de clasificación son difíciles. Los números de Borghi son malos al frente de la ‘U’.
Un equipo mal armado
Claudio Borghi llegó a Ecuador en diciembre del 2015. Miró el partido de la ‘U’ ante Independiente del Valle y se llevó una lista de jugadores que tenía para asumir el equipo.
Al principio de la temporada 2016 aprobó la contratación de jugadores como Carlos Tenorio, Julio Ayoví, Édison Vega, Alejandro Villalva, Edson Puch y Brahian Alemán.
Elogió el rendimiento de jugadores como José Francisco Cevallos. Sin embargo, cuando ya empezó a dirigir el equipo comenzó a sentir que tuvo un equipo desbalanceado y ubicó a jugadores en otras posiciones.
A Vega, por ejemplo, le ha ubicado como lateral izquierdo cuando su posición habitual ha sido de volante de marca. Borghi trajo al chileno Puch y no le puso de titular desde el arranque del año. Después de la salida de Jonatan Alvez, aprobó la contratación de Exequiel Benavides, un volante-defensa y no reemplazó el vacío de Álvez.
La bronca con Álvez dejó un mal sabor
Ente las tantas novelas que tuvo Liga versión del 2016 fue el incidente con Jonatan Alvez. El delantero uruguayo se fue del equipo albo por indisciplina, según Borghi.
El jugador no viajó a Colombia al amistoso con América de Cali y no se entrenó con normalidad por un problema dental. El jugador se justificó argumentando que no podía entrenarse porque se puso ‘brackets’ en su dentadura.
Fue un capítulo polémico y el ‘Bichi’ tomó la decisión que se vaya del equipo. “Está claro que fue por un tema disciplinario”, insistió Borghi. La hinchada de Liga cuestionó la decisión tomada y criticó al entrenador.
¿Hubo buena relación con el grupo?
Rodrigo Paz, máximo directivo de la ‘U’, insiste que no hay problemas en el grupo. Sin embargo, las normas que impuso el entrenador argentino no cayeron bien en el plantel.
Borghi cambió algunas reglas. Por ejemplo, normó que los jugadores llegaran al complejo de Pomasqui a desayunar con el grupo. Tenían que estar una hora antes de la práctica.
También se reguló el uso de celular al momento de las charlas. Las reglas que impuso eran innegociables.
No tuvo buena relación con la hinchada
“Sí quieren un entrenador que sea hincha ahí está Salas (Franklin) o Jácome (Santiago)”, dijo Borghi la semana pasada cuando le cuestionaron su frialdad al dirigir los partidos.
A Borghi tampoco le cuadró el calendario de partidos. Primero expresó su malestar porque Liga jugó un partido del Campeonato y tuvo que diferir tres cotejos seguidos antes del debut en Libertadores.
En cambio, en los últimos días se mostró incómodo por la cantidad de partidos que ha tenido que jugar Liga.