Actos de corrupción, enriquecimiento ilícito y lavado de activos fueron los principales cargos que llevaron a siete miembros de la FIFA tras las rejas en Suiza. Foto: Walter Bieri / EFE
La justicia suiza tiene procedimientos claros cuando se trata de temas de corrupción y pedidos de extradición. Por este motivo los siete altos ejecutivos de la FIFA, que fueron detenidos en Zúrich, pelean contra reloj para evitar ser llevados a Estados Unidos.
Los detenidos, que forman parte de la cúpula directiva de la Conmebol y Concacaf, están tratando de evitar la extradición a través de sus abogados y tienen derecho a apelar.
El trámite, que está bajo un tratado bilateral, podrá ser resuelto en un corto tiempo si no hay impedimentos legales complejos. Los apresadosen Suiza fueron el Jeffrey Webb, expresidente de la Concacaf; el vicepresidente uruguayo de la FIFA y ex presidente de la Conmebol Eugenio Figueredo; el venezolano Rafael Esquivel; José Maria Marín, ex presidente de la Confederación Brasileña; Eduardo Li, presidente de la federación de Costa Rica, el nicaragüense Julio Rocha y el caimanés Costas Takkas.
De los nueve directivos de la FIFA acusados, siete fueron detenidos y dos están en libertad, pero podrían ser procesados por la justicia de sus respectivos países. Según el diario ABC de Paraguay, en el caso de Nicolás Leoz, expresidente de la Conmebol, llegó a Asunción una petición de detención para el exdirigente, mas no de extradición.
Las leyes paraguayas protegen a Leoz, quien a sus 87 años no podrá ser detenido no enviado a otro país para ser juzgado. Sin embargo, se colaborará con el FBI para llegar al fondo del asunto.
Según la ley suiza, si una persona arrestada por un pedido extranjero se opone a la extradición, inicia un nuevo proceso de extradición criminal, en la que el acusado debe responder a la ley de helvética y después ser enviado al país que lo solicita.
En Suiza, la ley usualmente exime de extradición a los acusados por delitos fiscales, pero en principio esto no beneficiaría a los acusados de la FIFA, que afrontan cargos por delitos por los que también recibirían castigos bajo la ley de ese país.
Para que sean extraditado los siete detenidos, debe haber un pedido formal de parte de Estados Unidos en los 40 días siguientes a la acusación.