Fernando Pinillo, jugador del Club Sport Emelec. Foto: Mario Faustos/ EL COMERCIO
Fernando Pinillo llega al complejo de Los Samanes en taxi o en el carro de uno de sus amigos cercanos. El defensor central del Club Sport Emelec aún no posee vehículo propio porque prefiere utilizar sus ganancias para ayudar a su familia.
Vive con su mamá en el Guasmo, en el sur de Guayaquil. En ese barrio se siente cómodo porque cuando sale de su casa recibe muestras de afecto de los vecinos y de sus amigos.
El jugador llegó al cuadro eléctrico cuando tenía 12 años y su primer entrenador fue Rolando Simisterra. Cumplió toda su formación en el conjunto eléctrico. En el segundo semestre del 2013 jugó en Espoli en la Serie B; su pase fue cedido a préstamo.
Le gusta conversar con los hinchas. Cuando sale de los entrenamientos, regularmente avanza a pie hasta la garita, donde el guardia del complejo realiza el control de las personas que quieren ingresar; allí se toma fotos con aficionados y escucha sus consejos.
“Es un muchacho sencillo, es bueno que mantenga los pies sobre la tierra”, contó Sócrates Intriago, encargado de la seguridad del complejo.
Cuando conversa con los hinchas regularmente piden que se mantenga en el equipo titular. Esas peticiones, lejos de presionarlo, lo motivan para trabajar al máximo en cada entrenamiento y para mantenerse en el grupo de jugadores que concentra cada semana el estratega Omar De Felippe.
Pinillo empezó a jugar como titular desde la segunda fecha del campeonato nacional, cuando los eléctricos golearon a
Mushuc Runa 3-0. Ese día el zaguero marcó un gol, que lo festejó con su entrenador.
Con De Felippe tiene una relación fraterna. La llegada del DT argentino a Emelec, en marzo del 2015, ayudó para que el defensa renovara su contrato con el club hasta el 2019. Pinillo se quería ir del conjunto azul, por las pocas oportunidades que tenía para jugar.
En el 2014, cuando el plantel estuvo dirigido por
Gustavo Quinteros, no actuó con el equipo principal y se vio relegado al conjunto de reservas, mientras que el año pasado jugó 13 partidos y anotó tres goles.
Pinillo puede repetir como estelar esta noche, en el partido por la Copa Libertadores, ante el Deportivo Táchira. El zaguero conserva su puesto, ante la lesión de Gabriel Achilier, quien es el titular. Su estatura, 1,82 metros, le permite ser solvente en el juego aéreo defensivo y ofensivo. “Es un jugador joven que tiene un techo muy alto. Aporta mucho al club”, manifestó
Pedro Quiñónez, capitán del equipo.
Una de las cosas que más le gusta de su estadía en Emelec es compartir el camerino con Jorge Guagua, quien es uno de sus referentes a seguir. “Aprendo de su experiencia, me enseña a tapar espacios”, contó el jugador de 24 años. Pinillo y Guagua se complementan.
El primero aprovecha su velocidad y es quien sale a anticipar a los delanteros rivales mientras que el ‘Patrón’ permanece como último hombre, para corregir los errores.