Los jugadores del Independiente del Valle se tomaron una fotografía oficial en el Complejo Chillo Jijón previo al cotejo ante Boca Juniors. EL COMERCIO
Los jugadores del Independiente del Valle saltan este jueves 7 de julio del 2016 a la cancha del estadio Olímpico Atahualpa, nuevamente, con una bandera tricolor de siete metros de largo por uno de ancho.
En el centro de la bandera está una frase (“Todos somos Ecuador”) que nació como un mensaje de solidaridad para los damnificados del terremoto del 16 de abril, que afectó a las provincias de Manabí y de Esmeraldas.
La idea de exhibir la tela tricolor con esas palabras nació luego de que el equipo pasara a los octavos de final de la
Copa Libertadores. Ese día, el plantel ecuatoriano empató 0-0 ante Colo Colo de Chile, en Santiago, donde el arquero Librado Azcona se lució con sus atajadas. Con el resultado, los ‘rayados’ sumaron 11 puntos (+3 de gol diferencia). Esto les permitió quedar segundos del grupo 5 y obtener su clasificación histórica.
Tras alcanzar el cupo, entre los directivos empezó a surgir la idea de que era necesario hacer algo para ayudar a los damnificados. Y decidieron donar la taquilla. “Por esta decisión nos ayudaron muchos equipos e hinchadas de otros planteles. Por eso, sacamos la bandera con el ‘Todos somos Ecuador’, aunque entonces no sabíamos el rival que nos tocaría enfrentar”, cuenta
Francisco Quiñones, del departamento de mercadeo del plantel.
El torneo encasilló a River Plate como el rival de los octavos. Para medir a ese club de local, los negriazules salieron por primera vez con la bandera al Atahualpa. El club jugó en este escenario porque la capacidad del escenario de Rumiñahui no les permitía disputar ahí su cotejo. Vencieron 2-0 y en la revancha cayeron 1-0, resultados suficientes para llegar a los cuartos de final.
En esta nueva instancia, repitieron su gesto y derrotaron a Pumas en el Coloso de El Batán. Antes de jugar esos encuentros,
Pablo Repetto empezó a inculcar a sus jugadores que tenían las condiciones para derrotar a sus rivales. E instituyó una frase en sus charlas. “Tenemos todo para ganar”.
Con esas palabras, motivó a sus jugadores. Hoy, el DT tiene un nuevo desafío: derrotar a Boca Juniors, un club al que le antecede su leyenda (campeón seis veces de la Libertadores y tres de la Intercontinental).
“Este es el partido más importante del club en su historia. Pero si uno se fija, fue igual antes de enfrentarnos a River y Pumas. Siempre hemos tenido un reto inédito en esta Copa”, afirma el charrúa, que cumple su cuarta temporada en el club negriazul.
Para afrontar el cotejo, el DT mantendrá su esquema de juego: cuatro jugadores en la zaga (con las inclusiones de Fernando León en lugar del suspendido Luis Caicedo y de Emiliano Tellechea por el expulsado Luis Ayala). En el medio se apelará a los cuatro volantes fuertes y explosivos. Uno de ellos es Jefferson Orejuela. Y delante de ellos estará el creativo
Júnior Sornoza y la revelación, José Angulo.
Será el primer enfrentamiento de ambos equipos. El cuadro ‘xeneize’ cumplirá su quinta presentación en Quito, en un torneo internacional.