Washington Vera, Damián Díaz y
Gabriel Marques figuras en el Barcelona Sporting Club. Foto: Mario Faustos
El arroz con menestra y pollo asado enamoró a Gabriel Marques. El defensa brasileño, que llegó a Barcelona Sporting Club a mediados del 2015, se siente un guayaquileño más; adoptó sus costumbres y gastronomía y por eso busca naturalizarse ecuatoriano.
Se acostumbró rápidamente al clima, dice que el calor porteño lo hace sentir como en casa. El nació en Pedro Leopoldo, ciudad de Minas Gerais, en Brasil, que generalmente tiene una temperatura entre 27 y 31 grados centígrados durante todo el año.
En el 2016 se casó en Guayaquil y organizó una fiesta con sus amigos más cercanos. Pese a que se trató de una ceremonia íntima, con amigos cercanos, las fotos se viralizaron en redes sociales.
No le gusta bailar, lo que contradice sus raíces brasileñas.
El jugador de 28 años dice que no se lleva bien con la samba, pero sale a la pista para bailar con su esposa, Luna, cuando la ocasión lo amerita.
Los últimos dos meses fueron los más felices de su vida, porque se enteró que será padre por primera vez. Ese era uno de los objetivos que se había planteado el ‘León’.
A inicios de este año presentó la documentación ante la Cancillería para iniciar con su proceso de naturalización. Su esposa, que también es brasileña y con quien tiene una relación de casi siete años, lo apoya en esa decisión. “No me costó nada adaptarme a la ciudad, me siento cómodo aquí”, dijo el brasileño, que considera a Barcelona Sporting Club uno de los clubes más grandes en los que jugó. Durante su carrera militó en clubes de Brasil y de Uruguay.
Precisamente en el 2013 jugó en el River Plate de Montevideo, donde conoció al entrenador Guillermo Almada. Jugó partidos de la Copa Sudamericana hasta la segunda fase, cuando fue eliminado.
Con los amarillos le ha ido bien. El año pasado se coronó campeón, siendo protagonista del equipo que dirige Guillermo Almada. Marques se dio el gusto de dar la vuelta olímpica junto a su padre, José Marques, que llegó al país para acompañarlo.
Siempre comparte los títulos con su padre, ya lo había hecho en el 2011, cuando obtuvo el campeonato nacional uruguayo, vistiendo la camiseta del Nacional.
El ‘León’ suma 64 partidos con Barcelona SC, en los que marcó dos goles. Se inició como defensa central, pero desde el año pasado se ubicó como mediocampista de primera línea, donde se ganó el aprecio de los hinchas y la confianza de sus compañeros.
“Siempre lo digo, mi puesto natural es en la media cancha. Había jugado como central por pedido del entrenador, ante la necesidad”, cuenta el brasileño, que dice admirar el juego y la entrega de su compañero Matías Oyola, el capitán del ídolo.
Como objetivo deportivo, el mediocampista busca un bicampeonato con los amarillos. Según su apreciación, es una meta alcanzable debido a la calidad de jugadores que conforman la plantilla.
Este año no ha marcado, pero tiene la esperanza de hacerlo. Está motivado por lo que será su primera participación con el cuadro canario en la Copa Libertadores, dice que es una oportunidad para demostrar la grandeza de Barcelona SC a escala internacional.
Se siente “bendecido”, porque durante su estancia en Guayaquil no sufrió lesiones de consideración. El jugador diestro dice que eso se debe a una buena preparación física y a su profesionalismo fuera de las canchas.
Como no le gusta salir de fiesta, el jugador aprovecha su tiempo libre para ver películas junto a su esposa. “El tiempo con la familia es algo que no cambio por nada, es lo más importante. Soy un agradecido del fútbol, que me lo dio todo”, dijo.