Relación con empleadores
Sus historias son disímiles. Marcelo Bielsa reconoce admiración por ex jefes (Raúl Gámez en Vélez Sarsfield, Harold Mayne-Nicholls en la ANFP) y en otros casos, como con Julio Grondona en la AFA, evadió el trato por años. Claudio Borghi tiene un historial amplio de renuncias: se marchó antes de tiempo de Audax Italiano, Colo Colo, Independiente y Boca Juniors. En Macul tuvo roces permanentes con algunos gerentes.
Sistema de entrenamientos
Bielsa tiene un método “único”, según ex dirigidos, con una batería de ejercicios para atacar y defender. Jornadas breves e intensas, basadas en la repetición y mecanización de eventuales situaciones del juego real. Los entrenamientos de Borghi contienen “mucho fútbol reducido, trabajo con balón y remates al arco”. Ex pupilos advierten, eso sí, que la fórmula del “Bichi” habría que probarla en el sistema de selección, donde los jugadores se reúnen apenas tres días antes de la competencia.
Nicolás Peric advierte una coincidencia: “Los dos planifican bien los partidos, siempre tienen todo bajo control”.
Gustos tácticos
Bielsa implementó el 4-2-1-3 en la Roja, aunque cuando el rival lo atacaba con dos delanteros, ordenaba una zaga con tres hombres y sumaba un mediocampista. Borghi se transformó en un seguidor a ultranza de la línea de tres, le agrega cuatro volantes, un enganche y dos puntas, aunque no es rígido y si tiene que juntar con dos armadores lo hace (Valdivia-Fernández en Colo Colo). El “Loco” no transa los wines, mientras que el “Bichi” prefiere ocupar los costados con los carrileros o un atacante. “Ambos piensan en atacar la mayor cantidad de tiempo, siendo Bielsa más vertical y Borghi con más elaboración”, grafica el atacante Eduardo Rubio.
Trato con los jugadores
Borghi parece más afable que su compatriota, aunque a ambos se les resalta la capacidad de transmitir confianza. “Borghi es muy cercano, pero Bielsa también era capaz de darte confianza, mostrándote un video o con un ejercicio, te hacía saber que uno era capaz de más”, detalla Eduardo Rubio. “Borghi es más relajado, más light, mientras Bielsa más estricto”, apunta Gonzalo Lorca. En ambos casos el “nexo” con el plantel lo cumplen los PF Bonini y Torres.
“Son distintas formas de ser, Claudio cree en el jugador, en cambio Bielsa cree en lo que hace él. Yo creo que en general el jugador chileno se acomoda más a lo primero, yo prefiero saber lo que está pensando el técnico que tengo al frente”, postula Nicolás Peric.
Colaboradores
Marcelo Bielsa terminó trabajando con un grupo reducido en Juan Pinto Durán, porque en cancha lo asistían Luis Bonini y Pablo Quiroga. Después del Mundial se alejó el técnico ayudante Eduardo Berizzo y en el equipo original también estaba considerado Alfredo Berti. Claudio Borghi se acompaña del PF Hernán Torres y le suma un ayudante (en Colo Colo fue Cristián Saavedra y en Argentina Norberto Batista). En Boca Juniors, amplió su grupo de asistentes a varios conocidos del medio criollo: Marcelo Peña, Pablo Lenci, Carlos San Martín (preparador de arqueros) y el PF Marcelo Cabezas.
Currículum
Cuando Bielsa aterrizó en Chile tenía un Mundial como técnico con Argentina y la vivencia de una eliminatoria y media. También el oro en los Juegos Olímpicos. En clubes, registraba títulos con Newell’s y Vélez y trabajos en Atlas y América. En total, 17 años de técnico profesional. El “Bichi” ofrece ocho años en el oficio, cuatro coronas con Colo Colo, más el campeonato al mando de Argentinos Juniors. Conoció las presiones de Independiente y Boca Juniors.
Conocimiento del plantel
El ex seleccionador llegó a Chile y conocía a todos los jugadores a partir de videos y un registro estadístico detallado. Luego, en cancha fue testeando la capacidad de los futbolistas de acomodarse a su idea. Borghi tiene la ventaja de haber dirigido a gran parte de la generación que jugó la Copa del Mundo. “Es el momento de Claudio, él se muestra simpático, pero es igual de serio que Bielsa en el trabajo. La base de la selección son los jugadores que ya tuvo en Colo Colo y le agrega a los Sub 20 que sacó José Sulantay”, sostiene Peric.
“Marcelo Bielsa llegó a la Roja con 52 años, mientras Borghi tomaría el desafío con 46”. (Eduardo Rubio).
“Son distintas formas de ser, Claudio cree en el jugador, en cambio Bielsa cree en lo que hace él. Yo creo que en general el jugador chileno se acomoda más a lo primero”. (Nicolás Peric).