De Miami, Nueva York o Chicago, la distancia no fue un obstáculo para un puñado de ecuatorianos que retornaron al país para acompañar a la selección.
La presencia de Lionel Messi y la posibilidad de verse con sus familias luego de la pandemia, también fueron argumentos para emprender el viaje.
“Está difícil ir a Catar, por dinero y trabajo”, dijo Jonathan Segura, quien llegó a Guayaquil la noche del domingo, proveniente desde Nueva York. Las entradas las compró un primo que lo acompañó al partido.
Para Joel Serrano se cumplieron dos objetivos con el viaje: ver a Messi y a la Selección. Por eso no dudó en volar desde Chicago. “De paso veo también a la familia”, señaló entusiasmado.
Un grupo de ciudadanos llegó desde Miami para acompañar a la Selección en el último cotejo de las eliminatorias. “Vivas en donde vivas, nunca pierdes el amor por tu país”, manifestó Mónica Altamirano, una de las viajeras.
Ellos se mezclaron con miles de hinchas que llegaron desde diferentes puntos del país para estar presentes en el Monumental del Estero Salado.
Vehículos con placas de Azuay, Pichincha, Chimborazo y otras provincias circularon rumbo al sitio del cotejo en medio del intenso tráfico que se formó debido al cierre de vías realizado por la Autoridad de Tránsito y Movilidad (ATM) con motivo del encuentro.
Ventas y reventas, a la orden
Los vendedores ambulantes “ganaron puesto” desde el lunes. Su oferta consistía en réplicas de las camisetas de la Selección.
“El lunes se vendía poquito, hoy está mejor”, confesó Rosa Cela, quien llegó desde Riobamba para comercializar su producto. Señaló que los policías municipales les permitieron ubicarse en algunos sitios.
Las banderas se vendían a USD 3, ya fueran de Ecuador o de Argentina. “Hay hinchas de los dos equipos”, expresó el vendedor Luis Medina.
También había vendedores de todo tipo de productos: cornetas, comida, sombreros y plásticos para la lluvia. Entre ellos también se camuflaban revendedores de entradas, que ofrecían el acceso al estadio.
“Hermano, todos vienen a vender y nadie compra”, aseguró un vendedor que ofrecía las entradas al precio oficial. La Federación Ecuatoriana de Fútbol puso en USD 24 las generales y USD 60 las Tribunas.
Todo esto se realizó en medio de un operativo policial que contó con la intervención de 38 oficiales superiores, quienes estuvieron al mando de 54 oficiales subalternos y 670 policías.
El empleo de este personal “no afectó” la vigilancia y el desarrollo de operativos en otros puntos de la ciudad, señaló un portavoz policial.
Los uniformados controlaron el orden y revisaron el uso de mascarilla y los certificados de vacunación. También registraron a los asistentes en busca de bengalas, juegos pirotécnicos, extintores, humo de colores, punteros láser, rollos de papel y otros objetos prohibidos.
Euforia por Messi
Si el estadio Monumental fue el epicentro del movimiento en Guayaquil, el centro de la ciudad recibió a cientos de hinchas que querían ver a Lionel Messi en el hotel que alojó a la selección argentina, ubicado en la 9 de Octubre y Avenida del Ejército.
“Con una foto me conformo, pero con un autógrafo seré feliz por siempre”, comentó Andrea Sánchez. La mujer aprovechó su hora de almuerzo para buscar al 10 albiceleste y tratar de obtener la tan anhelada rúbrica.
Una parte del hotel estuvo custodiada por policías, que utilizaron vallas para impedir el paso de vehículos y personas. Personal del hotel cuidaba los otros accesos al lugar.
Un trabajador del lugar recordó que el personal posee entrenamiento para no perturbar a los huéspedes y respetar su intimidad. Aseguró que durante el tiempo que ha funcionado el hotel han recibido a cantantes, personas famosas y deportistas de élite, sin que se registren novedades.
La euforia por ‘La Pulga’ fue tan grande que la gente abandonó la fila de ingreso para saludar el paso del bus que llevaba a la selección argentina. La delegación sureña llegó en dos buses, escoltada por motos y un helicóptero. Al arribar, se escuchó cómo los aficionados presentes gritaban en coro: “Messi, Messi”.
Cataríes criollos y diablo humas
La mayoría de hinchas acudió con camisetas de la selección ecuatoriana, también había casacas de Argentina. Lo que llamó la atención fue la cantidad de aficionados que llegaron vestidos al estilo de los árabes, utilizando turbantes.
“Venimos en representación de la gente de Manta”, aseguró el instagramer @Fercho_me. Junto a un amigo lucieron esta prenda en sus cabezas desde el inicio del viaje en el puerto manabita.
Metros más atrás, un padre y su hijo llevaban máscaras de diablo huma. Viajaron en bus toda la noche desde Cotacachi, para llegar a su cita con el equipo de todos.