Los jugadores del Deportivo Cuenca celebrando uno de sus goles. Foto: Xavier Caivinagua para EL COMERCIO
Jugar los octavos de final de la Copa Sudamericana en un estadio alquilado acarrea una serie de implicaciones, desde lo futbolístico hasta lo económico. A eso se expuso Deportivo Cuenca por no contar con un escenario con capacidad para 20 000 espectadores.
Ese es el aforo que exige el reglamento de la Copa Conmebol Sudamericana 2018, a partir de los octavos de final. El estadio Alejandro Serrano Aguilar es para 16 500 personas, según la Federación Deportiva del Azuay (FDA), administradora del escenario.
Tras conocer la notificación de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), que puso en apuros a la dirigencia, el técnico venezolano Richard Páez apostó por los 2 850 metros de altitud de Quito. Por el fútbol que practican sus dirigidos y por el acertado mantenimiento de la cancha, puso como prioridad el estadio Rodrigo Paz Delgado.
Según Jorge Durán, preparador físico del Dep. Cuenca, la idea es aprovechar al máximo la altitud ante el Fluminense. Anoche el ‘Fla’ se clasificó tras vencer por la mínima diferencia al Defensor Sporting en Uruguay.
Durán aseguró que la inclinación inmediata por Quito fue porque el cuadro brasileño juega a nivel del mar. “Los procesos de adaptación a la altitud requieren tiempo y el fútbol no da tiempo para adaptarse”. Él se muestra optimistas porque estar adaptado a la altitud sí es una ventaja.
El expreparador físico de la Selección venezolana ponderó la calidad de césped que tiene el estadio de Liga de Quito. “Ese tipo de cancha ayuda al fútbol que pretendemos”. Su anhelo es que se consolide el modelo de juego que busca Páez para aprovechar la ventaja de jugar en la altitud.
Juan Segarra, líder de la Crónica Roja (barra oficial del club), se lamenta que Cuenca no tenga un estadio con capacidad para 20 000 espectadores y se tenga que salir a jugar en otra ciudad. Eso implica gastos de transporte, alojamiento y alimentación. Y, sobre todo, el tiempo de traslado en avión o en bus.
Se estima que el partido del conjunto cuencano por octavos de final será entre mediados de septiembre y octubre. En esas fechas, nadie está de vacaciones y es época de clases. “Hay hinchas que nos iremos, pero no será en el número que siempre llegamos a nuestro estadio”.
Él recordó que, en el 2009, cerca de 5 000 hinchas se ubicaron en la general norte del estadio Olímpico Atahualpa, para un cotejo decisivo con Deportivo Quito. Le hubiese gustado que se juegue en Guayaquil, por la cercanía y porque el gasto es menor, “pero en lo deportivo sería histórico clasificar a cuartos de final”.
Juan Manuel Durán, coordinador general del club, confirmó que Páez pidió jugar en Quito y específicamente en el estadio de Liga capitalina. Por ello, la dirigencia empezó a gestionar el alquiler del escenario con sus colegas del conjunto albo. La solicitud del estratega prioriza lo deportivo antes que lo económico.
El dirigente sostuvo que, no tener un estadio para albergar los octavos de final de la Copa Sudamericana convoca a la reflexión. “Es la oportunidad para promover una mesa redonda y buscar soluciones para modernizar un estadio que la ciudad, la hinchada y el equipo se merecen”.
El mantenimiento de la cancha generó polémica
El aforo no es el único problema del estadio Alejandro Serrano Aguilar. También es la falta de mantenimiento del campo de juego y la limpieza de sus instalaciones. En la actualidad, partes del césped de la cancha están en malas condiciones y la basura se encontraba por todos los sectores tras el partido con Barcelona.
El defensa argentino Brian Cucco criticó las condiciones de la cancha, sin conocer que el mantenimiento está a cargo del Deportivo Cuenca. Entre sus expresiones sostuvo que, “a mí me daría vergüenza que el estadio de mi ciudad esté de la forma que está”. Sus declaraciones generaron polémica.
La Federación Deportiva del Azuay convocó a una conferencia de prensa para comunicar que existe un contrato de arrendamiento con el club y que las cláusulas son claras. El acuerdo se firmó el 9 de mayo del 2017.
El administrador de la entidad deportiva, Iván Cobos, reiteró que en una parte del convenio consta que “Deportivo Cuenca asumirá el costo de los servicios básicos y el pago del mantenimiento del césped”. Si embargo, el club no cumple con sus obligaciones.
En ese sentido, hasta el cierre de la edición, la dirigencia del club cuencano no hizo ningún pronunciamiento al respecto.