Caminatas de Aventura en Lloa. En la foto estan Ivone Bastidas y Mario Villegas en una caminata rapida de 13 kilometros en las vias de LLoa Urauca sector de aguas termales. Foto: Eduardo Teran Urresta/ EL COMERCIO
De pronto el bullicio de la ciudad se pierde para dar paso a la tranquilidad y el verdor de colinas y montañas. En solo 25 minutos, desde el sur de Quito, se llega a Lloa en auto.
Esta apacible parroquia parece que estuviera detenida en el tiempo. El parque principal, con una coqueta pileta de agua a un costado, incita a tomar un par de bocados antes de salir a recorrer los alrededores.
El tranquilo parque, que acoge también tiendas con artesanías para los turistas, puede ser el punto de partida para increíbles aventuras. Las más extensas cubren Lloa y Mindo, una caminata para expertos que se realiza en varios días.
Pero ese mismo lugar es el inicio de aventuras más cómodas, que en solo unas horas pueden llevar a los turistas a recorrer un camino de tierra y luego a disfrutar de las aguas termales de Urauco, en el sector de Palmira.
La mayoría de personas prefiere recorrer los 13 kilómetros, entre el centro de Lloa y las piscinas, en vehículo. Otras lo hacen en bicicletas montañeras y las más osadas prefieren correr o caminar.
El inconveniente de esta última opción, sobre todo en el verano, es el polvo que se levanta cuando algún vehículo circula por la vía de tierra.
Por eso, si emprende el camino a pie, es recomendable llevar, aparte de una gorra, agua, protector solar y unos buenos zapatos, gafas, un pañuelo y un ‘buff’. Estos implementos le ayudarán a prevenir los inconvenientes del polvo, para tener un recorrido más placentero.
El camino de tierra que une Palmira y Lloa pasa por fincas, haciendas y caseríos rústicos, cuyos ocupantes le saludarán con entusiasmo. En algunos sitios, los perros también le darán la bienvenida.
El aventurero Mario Villegas, quien ha recorrido el país y parte de Sudamérica en bicicleta, se animó a recorrer, la semana pasada, este trayecto. Lo que más le agradó fue darse un chapuzón al final del sendero.
Lo hizo en compañía de su amiga Ivonne Bastidas y, a medida que se adentraban en el sendero, el verde de la vegetación les animaba a continuar.
Una vez en las Aguas Termales de Uraurco, el baño en agua sulfurosa que sale de las mismas faldas de los Pichinchas les supo a “gloria”.
Ingresar al balneario, administrado por la Asociación de Aguas Sagradas Termales, cuesta USD 2. El sitio no es de lujo, pero tiene algunas opciones. Hay dos piscinas de agua tibia. Una está a los pies de la montaña y tiene lodo medicinal.
Alejandra Salazar, quien la semana pasada llegó en compañía de sus amigos del Centro Evangelístico Asambleas de Dios, se animó a ponerse el lodo en la cara.
Aparte del agua y el lodo mágico, en este lugar hay senderos que se adentran en la montaña y finalizan en las cascadas.