Lionel Messi, delantero de la Selección argentina durante un entrenamiento del conjunto albiceleste en La Serena, Coquimbo. AFP
El pasado miércoles, el día del cumpleaños de Lionel Messi, quien más lo recordó con agrado y gratitud fue el FC Barcelona. El cuadro catalán tiene la fortuna de exhibir imágenes, videos, rememorar esas glorias conseguidas gracias a la magia del argentino. Así le dedicó una felicitación, bajo el título de “goles, lujos y asistencias”.
El canal para esta manifestación de cariño fue Barça TV, en donde aparecieron imágenes inéditas del rosarino de infante, con 15 años (temporada 2002-2003), cuando mostraba destellos de ese talento que luego lo llevó a la fama por justamente sus goles, asistencias y jugadas de fantasía.
En Argentina, el recuerdo es otro. También se expresó con cariño por sus cumpleaños, pero no gozan de aquella dicha de verlo al más alto nivel en las eliminatorias, los mundiales o en la Copa América, como sí se vanagloria el Barça. Las cifras son decisivas en esta comparación, del Messi del FC Barcelona vs. el Messi de la albiceleste.
En una nota publicada por el diario mexicano El Universal, la exfigura argentina Jorge Valdano analiza la realidad del ídolo mundial, pero a escala de clubes. “Aquellos jugadores habilidosos que se dedican a embellecer el fútbol, padecen ante la fiereza del juego en la Copa América”, es la reflexión del excampeón del mundo con su país en México 1986.
Sin embargo, el ex directivo del Real Madrid prefiere describir al actual estandarte de la Argentina como uno de esos genios que nacen cada 20 años. “De Messi hay que aclarar que ya lleva en la selección mucho más goles que nadie y en el FC Barcelona más títulos que todos”, evidenció.
“No veo cada partido de Messi en la selección argentina como si se tratara de un examen. Si analizamos su carrera, que ya lleva 10 años, lo de Messi ya es deslumbrante, ya merece un lugar entre los mejores de la historia del fútbol”, alabó.
¿Pero, por qué el Messi del FC Barcelona trasciende y el de la Argentina no? Ante Jamaica, el 10 cumplió justamente 100 partidos, pero la victoria que le dio a su país el primer lugar del grupo no se debió a su juego o influencia, aunque siempre es un espectáculo verlo en la cancha por el talento que derrocha.
Él se justificó: “Es un torneo muy parejo y puede complicarse contra cualquier adversario. Ya quedó demostrado que nadie regala nada”.
En una reseña del diario La Nación de los 100 partidos del astro argentino con su combinado, resalta: “En la selección, Messi integró varios planteles, fue dirigido por seis entrenadores, participó de diferentes torneos. Siempre con un rol protagónico. Ganó en juveniles, ganó en los Juegos Olímpicos, pero la espina clavada está. Sus destacados desempeños, su talento único y su dimensión de N° 1 no han podido rescatar a la Argentina de los años de sequías”.
En el FC Barcelona brilla por cuenta propia porque cuenta con otros jugadores que prodigan talento para despistar a sus rivales, como Xavi (que acaba de dejar al club), Andrés Iniesta y los relativamente nuevos Neymar y Luis Suárez. Esto, sumado a un juego colectivo casi de memoria, producto del trabajo continuo desde que apareció en el plantel principal, desde el 2004.
Con esas distracciones, Messi puede moverse con libertad por todo el frente de ataque, remata desde donde quiera y combina con elocuencia y facilidad hasta llegar al área chica. En Argentina, en cambio, no existen esas comodidades, aunque tiene a otros astros como Ángel di María, Carlos Tévez, Sergio Agüero y Javier Pastore. En la albiceleste no trabajan juntos a diario y por eso, Messi se ve obligado a buscar el espacio para sentirse cómodo.
Así, Messi lo ha ganado todo con el FC Barcelona, pero batalla para conquistar un título de relevancia con el combinado argentino.
Fergusson: “Quizás Messi está diseñado para jugar solamente en el FC Barcelona y no en ningún otro lado, por su tiempo de vida en España y adaptación”. Esto lo dijo cuando lo comparó con su expupilo Cristiano Ronaldo.