A pocos días de celebrar su cumpleaños 19, Mateo Ramírez se consolida como una de las figuras más prometedoras del ciclismo ecuatoriano.
El talentoso ciclista quiteño ya ha deslumbrado en el ámbito juvenil y ahora se alista para regresar a Europa, lo que considera un paso más en su objetivo de consolidarse como un ciclista profesional de élite.
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Mateo Ramírez, un talento en ascenso
Mateo Ramírez cumplirá 19 años el 9 de marzo. Una semana antes de eso viajará a España para unirse a un nuevo equipo, el High Level-Gsport.
El joven deportista pasará una vez más lejos de su familia en el aniversario de su nacimiento. Cuando viajó por primera vez a España pasó lejos de los suyos en su cumpleaños número 16.
Sin embargo, el pedalista asegura que eso es solo parte de los sacrificios que está dispuesto a hacer para convertirse en un ciclista élite.
Ramírez anhela que su nombre esté pronto al nivel de consagrados como Richard Carapaz, Jhonatan Narváez o Jonathan Caicedo, tricolores que han triunfado a nivel de las grandes vueltas del ciclismo.
Tras destacarse en el Campeonato Nacional de Ruta 2025, a inicios de febrero en Imbabura, Ramírez está enfocado en alcanzar grandes objetivos en el mundo del ciclismo.
El 2 de marzo del 2025 regresará a España para unirse al equipo High Level-Gsport, lo que considera un paso crucial en su carrera deportiva.
Con una mentalidad ganadora, el ciclista se prepara para competir al más alto nivel. “Amo mi deporte y sabía que el nivel estaba en Europa. Los dos años que pasé allá cuando era juvenil, los busqué y fueron claves para mi crecimiento como ciclista”, afirmó Mateo Ramírez en una entrevista con EL COMERCIO.
Mateo Ramírez (der.) en el podio general del Campeonato Nacional de Ruta 2025 junto con Alexander Cepeda (izq.) y Jhonatan Narvaéz.
De la natación al ciclismo y una casualidad
Motivado por sus padres, Mateo incursionó en varios deportes. Entrenó natación, pero con los años se decidió por el ciclismo de montaña.
Sin embargo, por un error en la asignación de un uniforme, terminó probándose en el ciclismo de pista, y con el tiempo pasó a la ruta. “Fue una casualidad. Se me confundió un informe y llegué al velódromo donde conocí a mi entrenador Ernesto Valdés. Entonces empecé a hacer pista y luego el ciclismo de ruta me atrapó por su esfuerzo y la recompensa de ver el paisaje después de cada ascenso”, recordó Ramírez.
Un camino de sacrificios y aprendizajes
El ciclista quiteño no tiene miedo de enfrentarse al dolor. Uno de sus momentos más difíciles, hasta ahora, fue en la Vuelta a Versalles, en España, donde se cayó al disputar un sprint.
“Me caí bastante fuerte, rompí la bici y mi director me dijo que no tenía que correr al siguiente día, pero yo quería terminar esa prueba, era una carrera importante. Ya no tenían las mismas piernas, estaba mal físicamente, pero pude tener la fortaleza mental para poder aguantar las cuatro etapas que aún me quedaban”, detalló el deportista.
A pesar de correr con golpes y dolores, Mateo sacó una valiosa lección en aquella ocasión. “Fue una de las carreras más difíciles, pero aprendí que el ciclismo es un deporte que te exige todo. Aquí recibes lo que das, y a veces las caídas nos enseñan más que las victorias”, reflexionó.
Ramírez también se ha beneficiado de su cercanía con otros ciclistas de renombre como Jhonatan Narváez y Alexander Cepeda, entre otros.
A finales de enero del 2025 tuvo la oportunidad de entrenarse junto con el ‘Lagarto’ Narváez en Ibarra. “Entrenar con Jhonatan fue algo muy especial. Me dio muchos consejos, no solo sobre cómo entrenar, sino también sobre cómo manejar las situaciones fuera de la competencia”, agregó el joven ciclista, quien ve en estos profesionales a referentes de superación.
A pesar de la presión de estar en las mismas carreras con pedalistas de la talla de Narváez y Cepeda, Mateo tiene una fortaleza mental admirable.
Durante el reciente Campeonato Nacional de Ruta, en Imbabura, Ramírez se ubicó tercero, solo superado por Narváez y ‘Chalequito’ Cepeda, ciclistas de equipos de la máxima categoría como es la Wolrd Tour. “Estar allí, compitiendo con ellos, fue brutal. Fue un reto que me llena de motivación”, reconoció.
Su madre, un pilar fundamental
La familia de Mateo Ramírez juega un rol crucial en su carrera. Su madre, Ximena Torres, ha sido su mayor apoyo desde el inicio.
“Como madre, no asimilo todo lo que está logrando. Lo acompaño en cada uno de sus entrenamientos, siguiéndolo en el automóvil para que esté más protegido en las carreteras”, contó.
Ximena recuerda con emoción el momento en que Mateo fue aceptado en el equipo de Talavera, en España, cuando tenía solo 16 años. “Ver la ilusión de Mateo al recibir la noticia fue una de las experiencias más felices de mi vida. Sabíamos que este sería un paso importante, pero también entendíamos que se enfrentaría a muchos retos”.
“Mateo ha demostrado mucha madurez, disciplina y, sobre todo, un amor incondicional por el ciclismo. Es algo que no tiene precio”, explicó la madre.
El futuro de Mateo Ramírez
A pocos días de cumplir 19 años, Mateo Ramírez se perfila como una de las grandes promesas del ciclismo ecuatoriano. Los sacrificios que ha realizado desde sus primeros años como ciclista lo han llevado a unirse a una nueva escuadra.
Su próxima parada será en Europa, con el equipo High Level-Gsport. Allí buscará dar el siguiente paso hacia el ciclismo profesional de élite.
Con su nuevo conjunto tiene ya un extenso calendario de carreras sub-23 en España y Portugal, para esta temporada.
“Quiero ser un ciclista profesional, poder estar con un Richard Carapaz, Jhonatan Narváez, los primos Cepeda, que son ciclistas extraordinarios y que han dado muchas alegrías al país. Yo quiero dar lo mismo, ser de esos esos ciclistas que estén ahí, al frente del país. Estoy dispuesto a hacer los sacrificios que hay que hacer para cumplir mis sueños”, aseguró Mateo Ramírez, ciclista ecuatoriano que apunta a lo más alto.
Entrevista a Gabriel Pereyra, DT de Aucas