El pedalista realiza ejercicios durante su confinamiento en casa. Cortesía David Villarreal
‘Ya estoy entrenándome sobre la bicicleta en el rodillo; aún no salgo a la carretera. No sé cómo reaccionaré, no sé si sienta miedo cuando un vehículo pase a mi lado”, detalló David Villarreal, ciclista quiteño que se recupera de un accidente donde sufrió múltiples fracturas en su pierna y brazos derechos.
El ciclista fue embestido por un camión en diciembre, tras competir en el sur de Colombia. Se sometió a tres intervenciones quirúrgicas, la última el 14 de enero en Quito, luego de pasar por el quirófano en Ipiales (Colombia) y Tulcán.
“La semana siguiente a esa última operación fue dura. No podía dormir. Recibí un gran impulso anímico por la solidaridad de mis colegas y amigos ciclistas. También por el respaldo de mi familia”, comenta el deportista.
Hubo dos pedaleadas en Ambuquí y en Tababela y una subasta de camisetas de los ciclistas más destacados del país, entre ellas la ‘maglia rosa’ de Richard Carapaz, vigente campeón del Giro de Italia.
“Esa solidaridad fue importante en esos momentos difíciles de afrontar. Más que el dinero que se recaudó, fueron muy significativos sus palabras y mensajes”.
Durante un mes estuvo ligado a una silla de ruedas, pues su pierna estuvo inmovilizada y luego se ayudó con un bastón para subir y bajar gradas.
El 8 de febrero subió por primera vez a una bicicleta estática para iniciar su proceso de rehabilitación. Completó sesiones de 20 minutos, “luego fuimos sumando y llegamos hasta los 50 minutos. También aumentamos la resistencia para ganar fuerza”.
Persistió en su rehabilitación por eso ya estaba listo para a rodar, pero llegó la cuarentena obligada en el país, por el covid-19. “Pude conseguir un rodillo para entrenarme ya en la bicicleta. No es lo mismo, pero fue mi primera prueba para vencer al miedo”.
El sábado pasado participó en la telerrodada organizada por Jorge Montenegro. Pedaleó tres horas seguidas. “Me sentí fuerte y muy bien. Ya no hay dolor. Mi mano y mi brazo también están muy bien”.
Seguirá entrenándose sobre la bicicleta y también completará sus entrenamientos de fuerza y musculatura gracias a la dirección de su fisioterapeuta. Lo que lamenta es que no ha podido realizar sesiones con un psicólogo. “Espero que pase esta cuarentena para trabajar en ese aspecto, porque aún no salgo a la carretera. Será ahí donde deberé enfrentar al miedo”.
Gracias a su vinculación con el equipo Coraje Carchense, las intervenciones quirúrgicas las cubrió el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Aún recibe también un sueldo, pero solo hasta julio, porque el Team de ciclismo desapareció.
“En junio o julio espero lograr la vinculación con algún equipo. Jorge Montenegro, del Team Ecuador, ha estado muy pendiente de mi recuperación. Espero que haya una oportunidad ahí o en el Best PC, que también está armando un equipo fuerte”.