El ciclista ecuatoriano Mario Villegas recorrió 820 km en 58 horas

En el Cuzco, Mario Villegas (centro) fue tercero en el Inca Divide 2017. Foto: Cortesía Mario Villegas

En el Cuzco, Mario Villegas (centro) fue tercero en el Inca Divide 2017. Foto: Cortesía Mario Villegas

En el Cuzco, Mario Villegas (centro) fue tercero en el Inca Divide 2017. Foto: Cortesía Mario Villegas

Los baches, el frío, la neblina y la lluvia -durante la bajada hacia la Costa por la vía que conecta Riobamba y Pallatanga- agotaron al atleta de ultrarresistencia Mario Villegas.

Había cumplido cerca de 520 kilómetros, de los 820 que se propuso recorrer pedaleando, desde el Puente de Rumichaca -en el norte de Ecuador- hasta el Puente de la Paz, en Huaquillas -frontera con Perú-.


A esa altura sintió el trajín de la ‘pedaleada’ e hizo su segunda parada para cerrar los ojos. Llegó a una estación de servicio de gasolina e ‘improvisó’ una cama en el piso para dormir nuevamente, aproximadamente 30 minutos.


“Tenía previsto dormir media hora, pero me quedé una hora y media”, admite sonriente al recordar la anécdota, el ecuatoriano de 42 años, quien es guía de ciclopaseos con el grupo Bici Ecuador y se dedica a imponer marcas personales sobre una bicicleta.


Su vivencia forma parte del desafío que se inició el 14 de marzo (en Rumichaca) y terminó el 16 en Huaquillas. En total, fueron 43 horas de pedaleo de las 58 horas que tardó en cumplir con todo el trayecto.

Su recorrido está registrado en la aplicación Strava, que muestra todo su desplazamiento. También lo acompañó, en algunos tramos, un equipo de abasto, sobre todo en la noche. Sus compañeros le iluminaban con linternas. 


“El descenso, al salir de la Sierra a la Costa, fue lo más duro. Cualquiera diría que la bajada es fácil, pero las condiciones del clima estuvieron complicadas”, recuerda el ciclista.


Para cumplir el trayecto -denominado NonStop de Frontera a Frontera-, con el que impuso una marca personal en el país, utilizó una bicicleta de cross adaptada para la ciudad y la montaña.


Él está acostumbrado a cumplir este tipo de desafíos. Todo empezó en el 2011, cuando en una ‘locura’ se propuso viajar por Sudamérica pedaleando. Así fue por 10 países para cubrir 25 800 kilómetros. Eso sí, tardó 540 días en cumplir su travesía. Pero aún la recuerda con emoción.

Entonces, estuvo acompañado de su hermano César. Fue una experiencia que lo marcó para dedicarse al ciclismo. En el 2017 también compitió en el Inca Divide, una carrera de 
3 500 km, que atravesó la cordillera de Los Andes, desde Quito hasta el Cuzco. Al final, se ubicó en la tercera posición. 


Son tres años consecutivos que se dedica a los ‘pedaleos’ de ultrarresistencia, algo que le llena de satisfacción y de vivencias. 


El 12 de febrero del 2017, por ejemplo, se acuerda que sapos y ranas se cruzaron en su ruta, por la carretera del cantón manabita Jama, en el reto NonStop Spondylus de 360 kilómetros. Algunos se le treparon por las piernas, en medio de la lluvia y él sintió algo de escalofríos.


“El ciclismo es algo que me permite ‘romper’ las carreteras y conocer al Ecuador”, se regocija y recalca que le gusta promover el cicloturismo para disfrutar los paisajes del país.

Por ello, precisamente, en el 2015, publicó el libro ‘Ecuador visto desde una bicicleta’, con fotografías y textos.


¿Cómo hace para resistir esas largas distancias? Villegas dice que la clave es mantener un estilo de vida saludable con adecuadas preparación física y alimentación. 


Esto no implica evitar o saltarse comidas. En el reto NonStop de Frontera a Frontera, por ejemplo, se alimentó con barras energéticas, sánduches y varios litros de agua.


Villegas, además, se desplaza en bicicleta diariamente por la ciudad para llegar a su trabajo, en el sur de Quito. Con ello, aprovecha para ejercitarse.


En sus recorridos, usa el tiempo para meditar sobre sus nuevos desafíos. En junio planea pedalear desde el extremo norte del país -en Mataje - hasta el sector de La Balsa, en el cantón Zumba, en Zamora.


Su intención es cumplir un recorrido de 1 400 km y así imponer otra marca personal.

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