Aunque los vehículos que se producen en serie son cada vez más eficientes, las grandes marcas mantienen un pequeño nicho en el que competir por lograr un rendimiento ‘monstruoso’ dejando a sus marcas de tuning oficiales y departamentos deportivos aumentar la potencia y mostrar músculo.
Hay una contradicción con la tendencia a que los modelos que se producen a gran escala emitan cada vez menos dióxido de carbono, aunque también es cierto que firmas de tuning oficiales como AMG (Mercedes-Benz), BMW M o Quattro (Audi) han dado enormes pasos en ese sentido en los últimos años.
Pero la carrera en busca de más caballos tiene sus motivaciones. Por un lado, superar la crisis de la industria; por otro experimentar en esas series limitadas nuevas tecnologías como la construcción con materiales ligeros, como la fibra de carbono, o la turbocompresión.
Un efecto secundario de ese desarrollo es que hay autos potentes cada vez en más segmentos. De este modo, AMG quiere competir con una versión deportiva del Clase A en el 2013. El A45 estará equipado con motor de dos litros turbo de inyección directa que alcanzará los 340 HP. Tendrá un precio de salida de unos USD 62 600 y se espera que amplíe su base de clientes.
En total, AMG planea crear en los próximos cinco años ocho nuevos modelos, entre ellos, una versión deportiva del nuevo CLS Shooting Break y un hermano para el SLS.
También BMW M amplía su paleta de modelos. Por ejemplo con la nueva serie M Performance Automobile. “Estos vehículos están en rendimiento, diseño y precio entre los autos de serie y nuestros modelos núcleo”, explica el jefe de M, Friedrich Nitschke.
En los próximos meses llegará el BMW M135i con 320 caballos, que apunta directamente contra el A45 AMG. Para el 2013 está previsto el arribo del M6 Gran Coupé.
La firma Quattro, de Audi, va un poco por detrás respecto a la competencia. Pese a todo se está ultimando el cambio de modelo del TT RS plus con 360 caballos como coupé y roadster. Además, saldrá a la venta el RS4 Avant con 450 caballos, y entre bastidores se apura la versión revisada del R8, que aparecerá en el mercado la segunda mitad del año tras un ‘lifting’.
Pero Quattro abrirá nuevos segmentos y está estudiando la posibilidad de un monovolumen deportivo. El Q3 RS de 360 caballos presentado en Pekín saldrá a la venta en cuestión de meses.
El tuning o preparación de fábrica no es solo una especialidad de las llamadas marcas premium. También otras firmas han aprendido hace tiempo cómo a través de la potencia se pueden aumentar también los ingresos.
Opel, por ejemplo, sacará al mercado el OPC, hasta ahora “el Astra más potente y más rápido” gracias a un motor de dos litros que hace que el coupé alcance los 280 caballos y una velocidad máxima de 250 km/h. Con un precio de 34 250 euros será también el Astra más caro de la historia del modelo.
No tan potente pero más económico es el Ford Focus ST, que llega con 250 caballos y una velocidad máxima de 248 km/h. Además, por primera vez la variante deportiva se ofrecerá también como combi.
Los fabricantes piensan que los principales mercados para estas potentes versiones son California y China. Desde hace tiempo, la mayor parte de esos modelos ‘power’ se exporta. Lo irónico es que estos vehículos los compran sobre todo personas que no aprovecharán nunca toda la potencia del automóvil por ‘culpa’ de los límites de velocidad. Poco importa, ya que al fin y al cabo estos caros modelos superdeportivos se usan como símbolo de estatus social.
Fuente: DPA