Cada uno de sus detalles fue pensado para transformarlo en una bala incontenible que atraviesa el viento.
Todas las curvas en su diseño incrementan al máximo sus niveles de eficiencia aerodinámica para convertirlo en uno de los vehículos más poderosos de la historia.
Pero, definitivamente, su motor es la pieza cumbre de su desempeño sobre el asfalto, este es el encargado de empujarlo contra los límites de la creación automovilística.
Y es que Dodge arrancó más de un suspiro a los amantes de los ‘muscle car’ al crear su modelo más poderoso en toda su historia, se trata del Challenger SRT Hellcat.
Este superauto se destaca por su belleza, tecnología y, por su puesto, por su potencia brutal. La marca norteamericana lo equipó con un motor V8 6,2 litros HEMI sobrealimentado que genera 707 HP y 880 Nm de torque, cifras descomunales para un automóvil.
Para encenderlo se necesitará de dos llaves maestras, una medida que por primera vez en la historia utiliza el grupo Chrysler.
La primera llave es de color rojo y su función es activar sus 707 HP. Pero si se enciende el motor con la otra llave, de color negro, la potencia se limita a 500 HP.
En cuanto a su diseño, el Challenger SRT Hellcat es el ‘muscle car’ que más ha mantenido su diseño original, respecto a sus rivales directos como el Ford Mustang y el Chevrolet Camaro.
Lo que sí ha cambiado, obviamente, es la nueva tecnología que equipa y las actualizaciones en su conjunto mecánico para controlar su fuerza.
Esta potencia se transmite a las ruedas traseras gracias a una caja de cambios automática de ocho velocidades que pueden ser accionadas manualmente.
Además, dispone de tres modos distintos de conducción con los que se puede regular la dureza y respuesta de la dirección o el desempeño de los controles de tracción y estabilidad que son indispensables en un vehículo de este tipo.
Otros elementos que incrementan aún más su óptimo desempeño son la suspensión, las llantas y los frenos con pinzas Brembo rígidas de seis pistones.
Pero con toda esta fuerza y tecnología, el diseño interior no se podía quedar relegado.
Los ingenieros de la marca lo equiparon siguiendo lineamientos retro, influenciados por el Challenger de 1970, como la combinación de los colores marrón y negro.
En el centro del tablero de control se colocó una pantalla con la que se puede controlar todas las funciones de este auto. Detalles deportivos como los asientos, la palanca de cambios o el volante lo adentran en una experiencia increíble y musculosa.
Fuente: es.dodge.com