El tablero de instrumentos de un vehículo presenta valiosa información sobre su operación, más allá de la velocidad de circulación, las revoluciones del motor, el nivel de gasolina en el tanque o la distancia total o parcial que se ha recorrido.
También hay una serie de luces indicadoras que se encienden cuando alguno de los sistemas mecánicos o eléctricos del auto presenta un mal funcionamiento. Una correcta lectura e interpretación de estos mensajes ayudan al conductor a evitar molestos inconvenientes.
Conviene saber qué hacer en cada caso. Cuando se enciende el foco de la batería, por ejemplo, la luz indica que ese elemento no está recibiendo carga del alternador y que cuando se acabe la que tiene acumulada, el auto se detendrá.
Si se prende el foco de la temperatura, el caso es más serio. Esto sucede cuando hay una pérdida de agua o de aceite del motor, y la falta de lubricación causa un recalentamiento que puede dañar gravemente los componentes internos. Hay que detenerse apenas sea posible y apagar el motor.
Conviene identificar muy bien cada una de estas alertas visuales. Los manuales de los vehículos y muchos sitios de Internet ofrecen esta información.