Richard Carapaz, ciclista ecuatoriano que se ubicó cuarto en el Giro de Italia. Foto: Diego Pallero/ EL COMERCIO
Todos contaban los minutos y hasta los segundos. Había ansiedad por verlo llegar para abrazarlo, “decirle que lo queremos mucho, que nos sentimos orgullosos de él”, dijo Cristina Carapaz, la hermana mayor del carchense que terminó cuarto en el Giro de Italia.
A las 07:00 las familias Carapaz Montenegro y Carapaz Rosero partieron desde Julio Andrade, parroquia del Carchi, rumbo a Quito para recibir a Richard, quien completó una travesía de 14 horas desde España, hasta Quito.
El domingo, luego de alcanzar el cuarto lugar, Richard Carapaz partió de Roma a Pamplona, en España. Ayer, tomó el vuelo rumbo a Madrid y de allí, directo a Quito. “Estaba ansioso por llegar, dijo que estaba cansado”, añadió Tanya Rosero de Carapaz, horas antes del arribo del vuelo internacional, que traía de vuelta a su esposo.
“Le trajimos una torta de cumpleaños, en la casa, con la familia, le festejaremos sus 25 años que los cumplió el martes”, añadió Tanya. Ella también lucía feliz, como el pequeño Santiago (4 años), el primogénito de la pareja, quien miró las 21 etapas del Giro por ver a su padre pedalear.
Sofía es la pequeña de la casa, apenas tiene 1 año. No entendía por qué tanto movimiento a su alrededor, donde estaban su madre, su hermano, pero también sus tías, primos y abuelos.
Don Antonio Carapaz y doña María Luisa Montenegro dejaron sus ocupaciones en el Playón (Carmelo) y llegaron a Quito en el autobús que puso a disposición de la familia el Movistar Team, que fichó a Richard a fines del 2016, después que ganó la Vuelta a Navarra.
El equipo fue el encargado de organizar la bienvenida tanto en Quito como en Tulcán.
El miércoles 30 de mayo del 2018, solo la familia fue a recibirlo al aeropuerto Mariscal Sucre, mientras que una hora más tarde se organizó una rueda de prensa en las oficinas de su patrocinador, Movistar.
Richard recordó, en la conferencia, que “hace 33 días fui como un ecuatoriano anónimo al Giro de Italia y ahora vuelvo como alguien que puede ser un vínculo para el país”. “Espero que este logro sirva para que las autoridades pongan más atención en los niños y no pasen apuros como los sufrí yo”, agregó.
Hoy (jueves 31 de mayo), se realizará una caravana en Quito y luego, la familia Carapaz se dirigirá a Tulcán, donde se desarrollará otra caravana, desde las 17:30.
Los ciclistas de la escuela Richard Carapaz aguardarán ahí junto con otros ciclistas símbolo de la provincia, donde el ciclismo es una forma de vida.
La familia le acompañará en estos eventos, desde donde se pueda. Cristina es la hermana mayor de Richard, “pero solo con un añito”, aclara.
“De pequeños jugábamos mucho carreras con obstáculos, siempre nos hemos llevado bien”, añade. En la adolescencia, Richard tomó afición por el ciclismo, pero la bicicleta no los ha separado, “me llamaba por teléfono después de cada etapa”, añadió.
Tanya, el primer gran amor de Richard, fue su novia cuando el ciclista cumplió 15 años. Llevan 10 años juntos. “Él es solo mío”, dijo cuando le preguntaron si estaba celosa, pues durante ocho etapas recibió un beso, en cada mejilla, de las modelos del Giro de Italia.
Richard llegará hoy a su casa en Julio Andrade. Allí descansará con los suyos y luego armará su agenda de eventos, pues todos quieren tenerlo.
En lo deportivo ajustó su agenda. En este primer semestre participó en San Juan (Argentina), Colombia Oro y Paz, la París-Niza (Francia), la vuelta a Asturias (España) y en el Giro de Italia. En el segundo semestre no irá a la Vuelta a España, pero competirá en dos pruebas más en Europa y también se concentrará en el Mundial de Ruta, previsto para septiembre en Austria.