Marlon Villalba pasó de pugilista a formador de campeones

Marlon Villalba (izq.), con una de sus alumnas y su mentor, el cubano Aníbal Follo. Foto: Cortesía de Marlon Villalba

Marlon Villalba (izq.), con una de sus alumnas y su mentor, el cubano Aníbal Follo. Foto: Cortesía de Marlon Villalba

Marlon Villalba (izq.), con una de sus alumnas y su mentor, el cubano Aníbal Follo. Foto: Cortesía de Marlon Villalba

Marlon Villalba dejó de boxear de manera oficial a los 21 años. Lo hizo obligado por las circunstancias. A esa edad ya tenía una hija de
3 años y necesitaba dinero. Su último combate fue en el denominado Festival Olímpico, realizado en Manta.

Se autodefine como padre soltero. Ahora tiene cuatro hijos. Tres residen en Ibarra: Dayana (11 años), Yairis (7) y Yordana (3); mientras Misael (2) vive en La Troncal. “Mis hijos son el motor para salir adelante”. En los días de feriado viaja a Ibarra para visitarlos.

Luego de su retiro, el técnico cubano Aníbal Follo, quien lo dirigía, lo invitó a trabajar con él como monitor de los pugilistas imbabureños y no dudó en aceptarlo. Al año siguiente, Follo fue contratado como estratega de la Federación Deportiva de Cañar y él lo acompañó.

Desde entonces, laboran en el cantón La Troncal y el boxeo de Cañar sigue un proceso sistemático, cuyos resultados sobresalen a escala nacional. En los últimos Juegos Nacionales de Menores, realizados hace dos meses en Cuenca, los cañarenses sumaron dos medallas de plata y cuatro de bronce.

Por la ausencia de Follo, quien viajó a Cuba por un asunto familiar, Villalba se quedó al frente de la delegación de boxeo que compitió en Cuenca. Para él fue una experiencia enriquecedora. En la actualidad sigue como técnico principal, puesto que Follo está de vacaciones en Cuba.

Según César Campoverde, miembro del Departamento Técnico de la Federación Deportiva del Cañar, Villalba y Follo se han complementado de la mejor manera. El funcionario destaca el desenvolvimiento del expugilista y su interés por superarse cada día.

El estratega de 29 años agradece a Follo por impulsarle a la dirección técnica. “Su apoyo me permitió salir adelante como ser humano”. Recuerda que juntos, en La Troncal, empezaron con 18 alumnos y ahora tienen 70 chicos. Los seis medallistas son de ese grupo.

Villalba destaca que la mayoría de los seleccionados de Cañar pertenece a la escuela de boxeo de La Troncal. Por ejemplo, 16 de sus alumnos fueron parte de los Juegos Nacionales de Menores, en Cuenca, y uno fue de Azogues. Ellos fueron reclutados delos establecimientos educativos.

Su meta como entrenador es llegar a dirigir un combinado nacional con los mejores exponentes del país. “Como técnico quiero ganar medallas suda­mericanas, panamericanas, mundiales y olímpicas, lo que no pude como deportista”.

A su criterio, el mejor momento como pugilista ocurrió cuando alcanzó la medalla de oro en los Juegos Nacionales del 2018 en Macas. Ese año también alcanzó una presea de plata internacional con motivo de la Copa de Boxeo en Lima. Entre otros exboxeadores de su época nombra a Carlos Mina, José Saant, Carlos Sánchez y Danny Punín.

El imbabureño de 29 años, quien en los certámenes oficiales parece un competidor más, recuerda como compañeros de entrenamientos de su época a Mario Viteri, Maicol Morales y Jeison Pavón, quienes ahora son entrenadores y rivales en las competencias. Con ellos compartió triunfos y derrotas durante su corta carrera como deportista.

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