Carlos Muñoz, recordador delantero ecuatoriano. Falleció en un accidente de tránsito en diciembre de 1993. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Por su entrega, velocidad y goles Carlos Antonio Muñoz Martínez se convirtió en un ‘ídolo’ en el ‘Ídolo del Astillero’. Hace 27 años, el 26 de diciembre de 1993, el atacante que deslumbró con la camiseta número 7 del Barcelona SC murió en un accidente de tránsito.
La tragedia ocurrió camino a General Villamil ‘Playas’, cuatro días después de haber sido determinante al notar tres goles contra El Nacional para que los toreros se clasificaran a la Copa Libertadores. Ese fue su último partido de fútbol.
En Barcelona SC es recordado con emoción por sus hinchas, tanto que una de las Generales del estadio Monumental de Guayaquil lleva su nombre.
Carlos Muñoz nació en Machala el 13 de noviembre de 1964. Jugó en Audaz Octubrino, Olmedo, Filambanco y llegó al cuadro torero en 1989. Al año siguiente disputó con BSC la final de la Copa Libertadores ante Olimpia. Esa fue la primera vez que un club ecuatoriano llegó hasta esa instancia en el principal torneo de clubes del continente.
Carlos Muñoz, con la camiseta del Barcelona ante El Nacional en un cotejo de 1993. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Carlitos Muñoz, el ‘crack’ que lucía el número 7 en la escuadra amarilla, fue campeón con Barcelona en 1991 y luego goleador del torneo ecuatoriano de 1992 con 19 anotaciones. En 1993 fue parte de la recordada Selección ecuatoriana que disputó como local la Copa América.
Los hinchas canarios lo recuerdan por su entrega para disputar cada balón dentro de la cancha. También por su velocidad y desequilibrio por el costado derecho. Es uno de los futbolistas de BSC con más minutos jugados en la Copa Libertadores.
Una Selección que marcó una época y que disputó la Copa América de 1993. Abajo, cuarto desde la derecha, está Carlos Muñoz. Foto: Archivo / EL COMERCIO
Un equipazo de Barcelona en 1991 en un cotejo contra Deportivo Quito en el estadio Atahualpa. En la fila de abajo, Carlos Muñoz es el segundo desde la derecha. Foto: Archivo / EL COMERCIO