La crisis económica de los clubes aún se maneja solo casa adentro. Los jugadores y empleados de los equipos del país que tienen deudas han preferido no utilizar los instrumentos legales por fuera de la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) para cobrar sus haberes.
Ni el Ministerio de Relaciones Laborales ni Tribunales de Justicia, por fuera del fútbol, han metido mano.
Los jugadores de El Nacional, hace dos semanas, solo hicieron una consulta a la Inspectoría de Trabajo cuando resolvieron no entrenarse, como medida de protesta. La recomendación fue que asistieran al Complejo El Sauce aunque no practicaran.
Así lo cuenta un jugador que pidió la reserva. “Consultamos en base a las cláusulas de los contratos. Nos informaron que los directivos podían argumentar una ausencia de trabajo y por eso siempre acudimos a las instalaciones del club”.
Eso no pasó de una consulta por pedido de los jugadores. ¿Pueden los futbolistas y los empleados de un club pedir la intervención del Ministerio? Oswaldo Paz y Miño, jurista, responde que el Ministerio de Relaciones Laborales tiene toda la facultad legal para exigir a los directivos que cumplan con el pago de los sueldos a futbolistas y empleados.
Esto al margen de que estén o no registrados los contratos de los jugadores en el Ministerio, según el abogado. “Es como en cualquier empresa privada”.
Los clubes no tienen ninguna obligación legal para dejar una copia de los contratos en el Ministerio. Hay casos en que sí lo hacen. Por ejemplo, cuando se tramitan las visas de los refuerzos extranjeros.
El manejo es diferente en cada equipo. En El Nacional no se ha registrado ningún contrato. En cambio, en Universidad Católica sí lo han hecho solo con los contratos de los futbolistas nacionales.
Jorge Guzmán, abogado de la Asociación de Futbolistas del Ecuador (AFE), explica que en los contratos sí hay una cláusula que faculta la intervención del Ministerio.
Sin embargo, los jugadores prefieren someterse al campo jurídico de la FEF, que tiene el amparo de la FIFA.
Los empleados de los equipos también pueden exigir el cobro de dinero a través de la Cámara de Mediación de la FEF. “Un 90% de los casos de jugadores prefiere cobrar por AFE porque hay sanciones deportivas que permiten agilizar el cobro”, explica Guzmán.
La AFE este año presionó a los equipos para que cumplan con el pago de los salarios. Por ejemplo exigió que el Quito pagara a Isaac Mina. También renegoció deudas para evitar sanciones o suspensiones de los planteles deudores.
Hay una justificación para que el Ministerio intervenga. Paz y Miño la detalla: vigilar que los equipos cumplan con las obligaciones de los aportes del Seguro Social y del Servicio de Rentas Internas (SRI).
El pago patronal es otra deuda que arrastran los equipos. En Católica, por ejemplo, se negocia el pago semestral de los aportes para evitar glosas del IESS. Hay acuerdos en la formas de pago.
Oswaldo Paredes, gerente de la ‘Chatoleí’, calcula que el año pasado pagaron cerca de USD 70 000 al IESS y aclara que este año no han existido problemas laborales. “Con el IESS planificamos formas de pago”. Otra club que financió esta deuda fue Macará.
El gremio de futbolistas trabaja en un frente legal para que el Código de Trabajo cobije a los futbolistas con todos los beneficios como el pago de décimos y las vacaciones.
El exfutbolista Iván Hurtado también alertó que en la Asamblea se estudiarán los problemas económicos de los clubes y se buscará un mecanismo para que estos inconvenientes no afecten a los futbolistas.