Javier Rivadeneira se entrena cinco horas diarias para sus pruebas de la temporada. Foto: Diego Pallero / EL COMERCIO
A Javier Rivadeneira, sus amigos le dicen que está loco. El corredor de trails se plantea cubrir 270 kilómetros de recorrido de dos pruebas, en apenas una semana.
La primera es la Ultra Machu Picchu Trail de 100 kilómetros, que se realizará entre el 30 y el 31 de marzo. El otro reto comprende los 170 km del Trail Running de la Patagonia, en Chile, el 7 de abril.
El quiteño, de 32 años, está convencido de que puede llegar a estos dos torneos, pese a que recientemente tuvo un trajín extenuante en el Chota Trail. En la prueba, que se cumplió el fin de semana pasado, terminó primero en la categoría de los 100 kilómetros y en la clasificación general.
Lo hizo tras completar 18 horas y dos minutos en una carrera que tuvo un desnivel de 8 840 metros sobre el nivel del mar. Adoquín, polvo, piedras, tierra y rocas aparecieron en el trayecto del atleta, durante su recorrido a la meta.
Detrás de él, se ubicaron Jorge Martínez (en 21 horas, 10 minutos y 30 segundos) y Édison Rivera (21 horas, 10 minutos y 50 segundos).
Por parajes naturales, a campo traviesa, Rivadeneira recorrió el trayecto y fue el más rápido de entre los 13 participantes de su categoría. En total, intervinieron 217 atletas en todas las divisiones.
El quiteño había intentado ganar el Chota Trail en cuatro ediciones anteriores. Solo logró subirse al podio y se quedó con la inquietud de coronarse campeón. El fin de semana lo consiguió gracias a su perseverancia y su preparación de alrededor de un mes.
“Un deportista que hace estas largas carreras debe tener mucha cabeza para competir. En ocasiones, puedes estar bien físicamente, pero si no te mentalizas en la ruta te puede ir mal”, expresa el atleta, quien antes se dedicaba a las carreras sobre el asfalto como la Quito-Últimas Noticias 15K.
Su preparación mental la realiza con su entrenador Franklin Tenorio y el apoyo de las otras 16 personas que forman parte de su equipo. “Franklin siempre me dice: si estás sufriendo, recuerda que ellos están peor”. Siempre apela a esa frase cuando siente que las piernas ‘no le responden’ o empieza a desfallecer por el agotamiento.
También le ha servido entrenar la “visualización deportiva”. Esto implica conocer el trayecto de una ruta y las condiciones climáticas imperantes. Para el Chota Trail, por ejemplo, visualizó las rutas con anticipación, ubicó los puntos de enlace y las subidas y bajadas del trayecto.
En su niñez y adolescencia, practicaba las artes marciales, una disciplina a la que volvió para fortalecer su musculatura.
Desde el año pasado, empezó a practicar, nuevamente, el jiu-jitsu. Es uno de los deportes que forman parte de sus entrenamientos. La natación y el ciclismo son otras de sus prácticas preferidas.
Se ejercita entre cuatro y cinco horas diarias y tiene una dieta física. En los últimos meses, se ejercita también con una cámara hiperbárica que simula las altas condiciones de altitud y que le permite ganar resistencia.
Ahora, se entrena con el ‘modelo asiático’, que exige más horas de esfuerzo físico al cuerpo. “Con el modelo sudamericano de entrenamiento hay menos exigencia”, explica.
Para este año, su agenda contempla cubrir, al menos, una carrera por mes. Sin embargo, no descarta tener más participaciones, como ocurrió el 2017.
En el 2017, se subió al podio de 17 carreras de trail, modalidad que tomó auge en la última década. Eso sí, asegura que para financiar sus pruebas precisa el apoyo de instituciones, entre ella las del Ministerio de Deportes. Una carrera en el exterior, contempla, una inversión de USD 3 000 en adelante.