Aníbal Viteri recorrerá las calles capitalinas junto con un perro ‘salchicha’. Foto: Diego Pallero/EL COMERCIO
Al igual que en las últimas dos décadas y a sus 70 años, Aníbal Viteri recorrerá las calles capitalinas junto con un perro ‘salchicha’. El aficionado al atletismo se siente contento cada vez que se acerca la Quito -Últimas Noticias 15K.
Esta vez transitará con Chato, un robusto can de 6 años. En principio esas características no son las de un perro que alcance largas distancias, pero los tres ‘salchichas’ con los que ha participado en pedestres, desde hace 20 años, han confirmado tener resistencia.
El primero con el que corrió se llamaba Molacho. La primera vez que cruzaron una meta ocurrió hace unas dos décadas en una prueba para dueños y mascotas en la que llegaron en el segundo lugar superando a perros más grandes como pastores y labradores.
El técnico en reparaciones de implementos de oficinas cuida a su mascota. En ocasiones, él se olvida de tomar sus pastillas, pero las vitaminas diarias de su can son infaltables.
Ni bien se levanta en las madrugadas Chato ya empieza a raspar la puerta. El perrito de patas cortas tiene un físico incansable, según su dueño, quien se siente una persona agradecida con la Quito-Últimas 15K.
“Alguna vez corrí en el año 67, cuando se salía de La Merced, con un circuito por la 24 de Mayo, La Alameda y se regresaba a EL COMERCIO”. Desde entonces ha participado solo o con sus perros.
Después de correr y de dejar al perro en casa, Viteri acude a su local en el centro de Quito.
Por 45 años se ha dedicado a reparar equipos de oficina como máquinas de escribir, archivadores y también computadoras.
Por 15 años trabajó en el departamento técnico de La Reforma y en su local ya lleva unos 40 años en la Manabí, entre las calles Venezuela y García Moreno.
Al regresar a casa, en las noches, Chato siempre es el primero en recibirlo. El can es tan activo que incluso en la oscuridad quiere salir a correr por las calles del barrio por donde viven, en el norte de Quito.
Viteri tiene tres hijas, pero solo una de ellas hace atletismo. “A los jóvenes les recomiendo que hagan deporte y que participen en la 15K”.
El sastre que corre
Gracias al deporte, el sastre Luis Carrera se siente en la mejor forma física de su vida. Tiene 63 años, empezó a correr hace poco más de siete y ahora completa incluso maratones.
Al inicio fue por recomendaciones médicas, ya que solo se la pasaba en el trabajo de 07:00 a 21:00. Eso empezó a afectarle por lo que los médicos le recomendaron caminar.
“Escuchaba por la radio que era bueno salir a caminar, pero no salí sino hasta que me mandaron los doctores”.
Caminó durante un año y un buen día se animó a competir.
“Me gustó y empecé a entrenarme para las Últimas”.
Su mejor registro en los 15 km es una hora y 14 minutos. Este año quiere repetir esa marca.
Se ejercita todos los días y por eso tiene la resistencia para las maratones (42 km). En dos ocasiones llegó a la meta de la Maratón de Quito y es probable que en julio vuelva a participar.
“La maratón es más difícil, pero con entrenamiento cualquiera se va adaptando”.
El sastre lleva el cabello largo. Lo tiene así desde que cumplió con el acuartelamiento en su juventud.
Una vez fuera del servicio militar se dejó crecer el pelo y hasta se casó. Para trotar se hace una cola y regularmente se ejercita con una gorra para que los cabellos no le estorben.
Antes de que empezara su afición por el atletismo también fue migrante. En el 2002 viajó a España para probar suerte. Pero no le fue bien y se regresó a los dos años.
En Europa juntó lo que había reunido para el viaje, retornó con el dinero suficiente para abrir una vez más su local en la Villa Flora.
Luego de ese periplo por España, ya en Quito y por recomendación médica, empezó a caminar y a correr.