Atlético Portoviejo se entrena en el complejo Guiferza, a las afueras de la capital manabita. Foto: Enrique Pesantes / EL COMERCIO
Cinco futbolistas del Atlético Portoviejo llegaron a la práctica en una furgoneta que hace expreso escolar, que los trasladó desde el centro de Portoviejo hasta el complejo Guiferza, en el kilómetro 4 de la vía a Santa Ana. Ellos suelen pagar USD 0,50 diarios por el desplazamiento.
Los entrenamientos del club -que está en el cuadrangular final de ascenso a la Serie B– regularmente se inician en la tarde, para que los futbolistas puedan cumplir con sus actividades paralelas. 12 miembros de la plantilla son estudiantes universitarios, otros trabajan…
Son bicampeones de Manabí, el entrenador Miguel Parrales considera que este año será histórico para el equipo. Él es padre de Miguel Parrales, delantero de El Nacional, y cuenta que con sus jugadores usa la misma metodología de enseñanza que tuvo con su hijo.
“Este equipo está lleno de buenos chicos, a inicios de año hicimos un selectivo para conformar la plantilla y actualmente tenemos un grupo, una familia”, dijo el entrenador. El selectivo fue en enero y asistieron 120 aspirantes.
Los manabitas manejan un presupuesto mensual de USD 15 000 para pagar futbolistas y cuerpo técnico. Los sueldos oscilan entre USD 380 y USD 800, dependiendo de la experiencia de los deportistas.
José Luis Fernández es el vicepresidente del equipo. Es también el propietario del complejo, que se extiende por 10 hectáreas y que en el momento cuenta con nueve canchas, piscina, gimnasio y residencia con 26 habitaciones.
“La idea es que el complejo funcione como un centro de alto rendimiento. Queremos ascender para poner en marcha nuestra cantera”, dijo Fernández, que se inició como directivo cuando el actual presidente, Diego Herrera, adquirió el club en el 2017.
Atlético Portoviejo se medirá el domingo 11 de noviembre de 2018 (15:00) al Alianza Cotopaxi, en el estadio Reales Tamarindos. El equipo visitante es la filial de Independiente del Valle, por lo que se maneja como un club de Primera.
Los jugadores de Alianza se entrenan y se concentran en el complejo de los ‘Rayados’, en Sangolquí, y cuando juegan de locales se desplazan hasta el estadio Municipal de La Cocha, en Latacunga. La plantilla está conformada por la cantera de Independiente, principalmente de los futbolistas que consiguieron el subcampeonato de la Copa Libertadores Sub 20, en febrero pasado.
“Alianza es parte de los procesos formativos de Independiente. Una muestra es que Stiven Plaza, goleador en el club de primera, se inició en este equipo”, dijo Andrés Larriva, presidente del Alianza.
Larriva además contó que en el momento cumplen un proceso legal, para cambiar el nombre del equipo. A futuro, Alianza se llamará Independiente Júnior. Durante el año han ido incrementando el presupuesto del club, debido al nivel de exigencia.
El equipo de mayor historia en el cuadrangular es Deportivo Quevedo, que hoy (16:00) recibirá a Duros del Balón, en el estadio 7 de Octubre. El ‘Ídolo Fluminense’, que acumula 10 temporadas en la Serie A, contó con un presupuesto anual de USD 300 000.
“Tenemos un presupuesto de equipo de la Serie B. Este año hicimos una renovación completa con la llegada de 20 jugadores”, dijo el gerente del club, Oswaldo Zambrano.
El Quevedo se entrena en el complejo Leonardo Coello, en la vía Valencia–El Vergel, propiedad de uno de sus directivos. Dos veces por semana van al estadio 7 de Octubre.
El último club es Duros del Balón, que pese a estar registrado en Santa Elena, este año se mudó a Guayas. Durante la temporada usaron el estadio Los Chirijos de Milagro, y actualmente están en el Samborondón Arena, para entrenarse y jugar como locales en esa localidad.