La decadencia de la burguesía, se ha caracterizado por múltiples cambios que del país en los últimos 12 años, la transformación jerárquica, ha servido para la forjar nuevas instituciones democráticas de atención, con sueldos básicamente justos, pero insuficientes; este panorama se agrava cuando revisamos los salarios de funcionarios “antiguos”, que apenas llegan al salario básico unificado.
Los descuentos socavan la vida diaria de los que a final de cuentas, perciben la cuarta parte de un sueldo legal. Los múltiples trámites, acompañados de diálogos y veedurías sin objetivos claros, retrasan la homologación salarial. Que algún buen patriota de corazón arregle este inoportuno lío, pues nadie se alimenta con USD 30 mensuales.