En la página 10 de la sección Tendencias publicada en la edición del 5 de marzo, se publica el artículo: ¿Cuántos votos hacen falta para enviarlos? del señor Germán Rodas Chaves. Dicho artículo está cargado de errores, que por respeto a sus lectores y a la Historia, merecen ser puntualizados.
La leyenda de la foto en la que se aprecia al Dr. José María Velasco Ibarra haciendo fila para sufragar, no puede ser del año 1943. El Dr. Velasco Ibarra permaneció en el exilio desde 1940, a raíz de su intento de golpe de estado el 11 de enero de ese año, hasta el 31 de mayo de 1944, que apoyado por un variopinto grupo político regresó al Ecuador.
En el artículo que comento se replica el testimonio del señor doctor Plutarco Naranjo que dice: “… pude conocer de primera fuente, una vez terminadas las elecciones de enero de 1940, que para favorecer a Arroyo del Río, se mandó un telegrama desde una de las gober-naciones del país, me parece que desde Manabí, señalando que si era necesario enviar más votos se procedería así: “La simple lectura de esta parte del testimonio y la realidad de las circunstancias ponen un velo de duda. Las elecciones se llevaron a cabo en dos días, como era de costumbre, y el conteo de votos se hizo al finalizar cada jornada y en ambas el triunfo del Dr. Arroyo del Río fue incuestionable. La existencia de dicho telegrama fue lanzada por el Dr. Velasco y sus seguidores, como una farsa más ante el fracaso que sufrieron en esas elecciones.
Las elecciones de 1940, bajo la Presidencia Interina del Dr. Andrés F Córdova Nieto, fueron transparentes, quizá las únicas transparentes en esa década. Basta leer la autobiografía de este respetable personaje de nuestra historia titulada “Mis Primeros 90 Años”. Tengo la se-guridad que el señor Germán Rodas tendrá acceso a un ejemplar; caso contrario, a través de amigos comunes, le puedo facilitar el mío.
Más adelante dice el señor Germán Rodas que “… toda vez que el contenido del famoso te-legrama se filtró a la opinión pública. Esta circunstancia, entre tantas otras, condujo a que el Presidente encargado del poder renunciara, abrumado por las acusaciones de ser quien permitió el funcionamiento de los eslabones que se habían perfeccionado en el montaje de las elecciones a favor de los liberales. “ Nada más falso que esta expresión. El 10 de agosto de 1940 se reunió el Congreso Nacional, como correspondía, y eligió al Dr. Julio E. Moreno como Presidente del Senado, y en calidad debía hacerse cargo de la Presidencia de la Repú-blica, hasta que asuma el poder del recientemente electo Dr. Carlos Alberto Arroyo del Río, posesión prevista para el 1° de septiembre de 1940. Recordemos que el Dr. Córdova Nieto asumió la Presidencia el 10 de diciembre de 1939, en su calidad de Presidente de la Cámara de Diputados, ante la renuncia del Presidente el Senado, el Dr. Arroyo del Río. En esas épocas se respetaban las leyes y las instituciones.
Sería saludable para la Patria, que los historiadores traten los temas con seriedad y bajo la lupa de una desapasionada tarea de investigación, antes que limitarse a repetir falsedades y dobleces que se lanzaron al calor de las contiendas políticas del Ecuador.