Existen responsabilidades muy grandes en las personas y grupos de personas encargados de hacer selección de otras personas. No solamente con respecto a la forma, sino con respecto al fondo.
De manera permanente se cuestiona que algunas selecciones de funcionarios se hacen con inclinaciones y preferencias a cierto sector.
Estamos hoy frente a un proceso más donde se debe hacer una selección, y esta selección está en manos de un grupo de personas que ha sido cuestionado por decisiones en procesos anteriores. No solamente que han escogido a personas que muestran afinidades ampliamente conocidas, sino que en algunos casos los escogidos no han mostrado una completa capacidad para el cargo. No muestran conocimientos suficientes, no tienen las características necesarias, etc.
Lo que se va a escoger ahora es personas para una posición muy delicada y especializada y no se puede persistir en los errores anteriores. Se debe mostrar que se escoge a los mejores, independientemente de sus afinidades. No es solamente aquellos que se postulan o son postulados por diferentes grupos, sino que deben ser los mejores. La entidad encargada de la selección debe no solamente esperar que le lleguen postulaciones, sino que debe invitar a personajes reconocidos por su valor intelectual, por su integridad, por su honorabilidad, por su imparcialidad.