La autenticidad del proceder humano debe basarse en el secreto del actual Papa para ser y no parecer, es que si se analiza el secreto de una vida exitosa hemos de admitir que es la humildad. Podemos tomar como referencia a Mahatma Gandhi quien siendo una figura representativa de la India jamás renegó de su túnica y de una indumentaria que innovó en Inglaterra. He de comentar que cuando vi la película famosa de Gandhi no pude olvidar que estando sus seguidores al frente de los ingleses, el manifestó que debían resistir sin agredir, y era impresionante como los hindúes morían ante el autoritarismo británico y fue ante la resistencia hindú que dejaron de seguir eliminando a quienes luego habían de conseguir la independencia en 1945. ¿Pero existe humildad en cada uno de nosotros? ¿Por qué hay personas preparadas y soberbias? ¿Por qué existen seres ignorantes y sabios que no son soberbios? ¿Y por qué se nos hace tan difícil ser sencillos siendo capacitados? Quizás los seres humanos que esperamos mucho del nuevo papa Francisco I, tenemos que darnos cuenta del ejemplo, de una imagen que puede interpretarse como el esmero por dejar a un lado tanta soberbia que tanto daño ha hecho en la civilización. La humanidad debe y tiene que dar un giro revolucionario el cual ha de consistir en que cada persona no se olvide que su pensar y su proceder deben vincularse con lo que Dios quiere y respetar que si Cristo fue humilde, que si grandes personajes como la Madre Teresa de Calcuta se permitió vivir en limitaciones económicas al servicio de los más pobres, hoy por hoy si somos sensatos no debemos ni podemos renunciar a una aspiración noble cual es ser humildes y en esta Semana Santa recordar que gracias al renunciamiento de todo privilegio, el Hijo de Dios dio su vida por la humanidad. Ud. está consiente que si somos cristianos y seguidores de Cristo ¿tenemos o no la necesidad vital de seguir un buen ejemplo? También hemos de considerar que una palabra en desuso es el vocablo “amor”, si la humanidad entendiera que el amor es la clave de aspirar ganarse el cielo, seríamos amantes humildes.