En cada una de nuestras células hay cerca de mil millones de letras que pertenecen al libro de la vida, información codificada en forma de una molécula conocida como “ADN”. Esta molécula, que está en la punta de los dedos, en las neuronas del cerebro, en el iris del ojo y en nuestra sangre contiene información para crear todas las proteínas y moléculas que se requieren para construir un ser humano. Además, en el ADN está la información de nuestros orígenes. Resulta entonces que cada persona es un libro con información. Cada población o raza es un conjunto de libros que comparten una misma historia y que vienen de una misma editorial. Si la industria está interesada en estudiar esta serie de libros con fines económicos, mientras más raros y escasos sean, mayor será su valor relativo. La población Waorani podría ser una especie de incunable genético, un grupo de libros extremadamente únicos, escasos y raros, que por poseer en sus páginas información notable, difícilmente compartida con libros de otras regiones, tienen gran valor económico.