Si bien es cierto hoy en día la salud mental ha llegado a tener mayor visibilidad, existe una verdad innegable y es que a pesar de ser un tema que se debería tratar sin ningún tipo de recelo, la realidad es otra, pues todavía se tiene un pensamiento muy arraigado donde el cuidado de la salud mental es un hecho que pasa a segundo plano.
Y es este el problema verdadero, que todavía existe un gran estigma cuando alguien pide ver a un psicólogo o un psiquiatra, pues muchas personas siguen considerando que el querer ver a un profesional de la salud mental es sinónimo de tener un problema grave o de que exista alguna enfermedad mental, por lo que prefieren acallar dichos pedidos con excusas como: “Yo te veo bien”, “Ya se te va a pasar” o “No es para tanto”.
La estigmatización de la salud mental es un problema real y el seguir reforzándolo solo traerá consecuencias devastadoras para aquellas personas que necesitan la ayuda, pero tienen miedo de solicitarla.