El monumento a los Héroes del Cenepa, que se levantaba, majestuoso en su sencillez, a la entrada de la Ciudad Mitad del Mundo, ha sido retirado para construir allí el edificio sede de la Unasur, sin que se conozca su actual destino. Seguramente quienes lo construyeron creían que ese lugar era el ideal porque es visitado frecuentemente por los ecuatorianos, entre los que se destacan los que retornan a visitar su país. Los leales que ofrendaron su vida en la Guerra del Cenepa en defensa de la patria, bien merecen la gratitud nacional, simbolizada en un monumento que nos recuerda la victoria que puso un digno punto final al viejo litigio territorial con el Perú, tan plagado de adversidades. En vez de retirar el monumento del lugar en el que se encontraba debió levantársele allí un pedestal más alto e imponente, ya que se había convertido en un santuario cívico en el que las Fuerzas Armadas venían realizando solemnes ceremonias militares. Ante este hecho insólito e increíble, nos preguntamos: ¿qué está sucediendo en el Ecuador? ¿Por qué se despoja de su mejor sitial de honor a un testimonio glorioso de la historia nacional? ¿Acaso es erróneo mostrar, a propios y extraños, lo que fue capaz de realizar nuestro pueblo, pequeño en sus dimensiones territoriales y demográficas, pero grande en la defensa de su honor y sus intereses vitales? El monumento debe ser restituido de inmediato al lugar donde lo puso la gratitud nacional. Para construir el edificio de la Unasur hay muchos sitios adecuados.