Como ya lo dije en una carta anterior, el “plato fuerte” en la próxima contienda electoral será la elección de Alcaldes. Todo en este aspecto es relativo e impredecible y serán los comicios los que den los resultados finales.
Sin embargo, es posible y muy saludable el conocer los comentarios, análisis y opiniones de ciudadanos interesados en el proceso que se acerca. La situación en Guayaquil es de expectativa, pues la ciudadanía espera el pronunciamiento final del “sucesor” de Febres Cordero que se lo conocerá el 9 de Octubre y si tal pronunciamiento es aceptando la postulación para un nuevo período, de hecho y sin lugar duda el próximo Alcalde y representante de Guayaquil será Jaime Nebot Saadi, con la aceptación y beneplácito de todos aquellos guayaquileños que forman la gran mayoría y esperan ver que continúe el progreso de su ciudad. En Quito la situación es algo diferente. Los movimiento Creo, Suma y Vive están presentando nombres de posibles candidatos y como es costumbre en este país, todos irían por su propia cuenta diluyendo los votos y sin que ninguno obtenga el resultado que espera. Si todos persiguen el mismo fin, los directivos de estos movimientos deberían actuar en función de ciudad, reunirse y acordar un candidato único, y así tratar de evitar que tengamos que resignarnos a vivir cuatro años más de lo mismo y lo mismo que tantas críticas y rechazo ha merecido; de no ser así, se comprobará una vez más que los políticos en general actúan solamente en función de intereses partidistas.