Zeus, con banda presidencial, fue recibido por las diosas del Olimpo para dar su informe a los mortales que somos sus súbditos; el recinto estuvo adornado con valiosas orquídeas y flores de todos los colores.
El padre de los dioses y de los hombres, dueño del cielo, del trueno y de todos los poderes, nos informó que su revolución se basaba en la confrontación.
Los acuerdos y los consensos eran para las largas noches neoliberales, la partidocracia y las restauraciones conservadoras.
Efectivamente, ha confrontado con los imperios y también con los muchachos que se distraen dando ‘yucazos’ a los poderosos.
Zeus ha confrontado con la prensa, con los indígenas, con los estudiantes, con los profesores, con los alcaldes de la fanesca, con los banqueros, con las gordas horrorosas, con las coloraditas, con los viejos jubilados, con los trabajadores, con los médicos y hasta con los policías, un 30 de septiembre; la lista es demasiado larga como para seguir enumerando. Nos informó también que ha construido carreteras, hospitales y escuelas del milenio, lo que no dijo es que para hacer estas obras se ha endeudado hasta la coronilla y que seremos morosos por varias generaciones. Anunció, en medio de aplausos de su corte celestial, que terminará exprimiéndonos con nuevos impuestos a la plusvalía y a las herencias; con este saqueo a todos y a todas, quedaremos “chiros” .