Con estupor el país especta actos revanchistas que pueden desembocar en serias consecuencias, pues muchos actores parecen empeñados en imputar al ex presidente Correa, todos los delitos habidos o por haber, en tanto sus seguidores juran que tomarán las represalias para hacer pagar la supuesta o real persecución, es decir se percibe que estamos entrando en una vorágine iniciada, según dicen los partidarios del ex mandatario, por quienes se sienten perjudicados al no haber podido repartirse la troncha, evadir leyes y tributos, o perjudicar al ciudadano, y los chantajes de quienes manipulaban la educación y la salud en su beneficio, así como los paros violentos que agredían al país. Al sugerir que Correa, es el causante del amotinamiento y las muertes del 30-S, no entiendo como imputarían actos dolosos de terceros, o que ha participado en delitos cuya responsabilidad debe configurarse claramente según nuestras leyes. En cualquier caso, puede iniciarse un círculo de revanchas y contra revanchas, ya que según la e
xperiencia histórica, el electorado tiende a respaldar a quien considera victimizado como era el caso del Gran Ausente, quien regresaba triunfalmente.
Jorge Chambers Hidalgo