Las relaciones con la República Islámica de Irán, desde hace 5 años atrás y ratificadas con la última visita de su tirano gobernante Mahmoud Ahmadinejad, en nada benefician al país, ni en lo diplomático, tecnológico y comercial.
Un país que ha dado claras demostraciones belicistas, como el pretender desaparecer del mapa a Israel y desconocer abiertamente el Holocausto nazi, merece el rechazo y repudio del pueblo ecuatoriano.
Tiempo atrás, ex y actuales funcionarios de este Régimen, lo llamaron “el hermano país de Irán”. ¿País hermano? Acaso nos unen las mismas raíces ancestrales, tradiciones, e historia, costumbre, idioma, religión, etc. Acepto, somos seres humanos, hijos de Dios (Alá) y habitamos este planeta, el mismo que se encuentra seriamente amenazado con su terrorífico plan nuclear, al que hipócritamente justifica diciendo que es para “fines pacíficos”.
Extraña y equivocadamente, el cual Mandatario se ha alineado con regímenes tiránicos y despóticos de Oriente Medio y el Mundo Árabe, a los que se suman los mismos de siempre: Cuba, Nicaragua y Venezuela.