Los derechos figurados dentro de la constitución de cualquier estado en su mayoría resultan ser reivindicaciones sociales. La razón de ser de los estados es proteger los derechos de sus habitantes. Velar por ellos para que nadie vulnere sus derechos. Estos “leviatanes”, “monstruos”, o como se los quiera llamar, ejercen su enorme poder para garantizar una pacífica convivencia social, pero, nunca deberían excederse. Ahora la pregunta es ¿Los estados cumplen con su deber, o han perdido su razón de ser? En el caso de Ecuador ocurrió esto último, perdió su razón de ser.
Cuántas veces ha sido el estado quien ha violado los derechos de sus habitantes, cuántas veces ejerciendo su poder inconmensurable se ha excedido. Un ejemplo es lo afirmado por el Defensor del Pueblo: Freddy Carrión para EL COMERCIO, son diez vidas que el estado posiblemente reclamó durante las protestas suscitadas en el país por el “paquetazo”. Ciertamente es justo y necesario que el derecho a la vida figure dentro de nuestra constitución, sirve de recordatorio y límite a este estado que se excede al usar su poder, es una reivindicación social de un derecho violentado.
Jorge Durazno