Para los habitantes de Quito, el traspaso de competencias del Registro de la Propiedad es sin duda un gran beneficio, que se constituyó en gran negocio para el Registrador de turno sin que medie regulación alguna. Estamos seguros que las tarifas serán revisadas para que se transforme en un servicio y no en un negocio. Lamentablemente la ubicación del edificio donde funcionará este servicio es inconsulto, antitécnico porque no hay sitios de parqueo, fácil accesibilidad de los usuarios, en un edificio donde no fue construido para eso. Es necesario que se repiense en dar comodidad al usuario y no solo a quienes allí laboran.