Los quiteños vemos con mucha preocupación que nuestra querida ciudad está congelada en el tiempo, aquà no pasa nada. Todo el desarrollo que se experimentó en administraciones anteriores, hoy vemos desalentados que no ha tenido la misma continuidad. ParecerÃa que quieren tapar la falta de ejecución en la obra con la propaganda polÃtica, y asà hacernos creer que estamos ante una buena gestión en la AlcaldÃa. Nada más alejado de la verdad, ya que la disparidad entre las necesidades de la ciudad que están insatisfechas y las constantes emisiones propagandÃsticas no concuerdan, quedando únicamente en la pretensión de influir en la comunidad, pero sin resultado.
Es la voluntad polÃtica del pueblo quiteño que demande al Alcalde el cambio en su gestión, para trabajar de manera conjunta entre los actores públicos, privados y la ciudadanÃa, e impulsar a la reflexión y mejorar
el diseño de la obra prioritaria del Quito que queremos.
Quito tiene que hacer valer sus derechos de capital y Patrimonio de la Humanidad, tiene que velar por el progreso social, material, por la seguridad.
El Municipio quiteño debe ser libre, en todos sus intereses, como el de Guayaquil -que reclama y es escuchado por el Gobierno Central-. El Estado es fundamental en impulsar proyectos de desarrollo, entonces hagamos valer la amistad con el Sr. Presidente y consigan recursos para la ciudad. Que el Alcalde sea protagonista de una época de brillo, de obra, de desarrollo, de paz para ‘La Carita de Dios’. que con tanto cariño acoge a propios y extraños y no jueguen con la paciencia de su gente. El tiempo se les agota. Quito merece mejor suerte.