La editora de Negocios y la redactora de Finanzas de EL COMERCIO (Julio 29 de 2019), realizan un real análisis de las condiciones en que se obtuvo préstamos por parte del gobierno chino. El mismo que exigió como garantía la preventa de petróleo atada a créditos o anticipos de dinero con Petrochina, luego Unipec y Petrotailandia.
El Gobierno anterior evitó el registro de éstos préstamos como deuda pública, considerándolos preventas con tasas que fluctúan entre el 6 y el 7,25%, que comparadas con los desembolsos de los créditos adquiridos actualmente, que promedian el 3,5%, dan una diferencia de 3,75% en desmedro del Estado. A eso, debe sumarse 924,4 millones de barriles entregados sin concurso de venta, lo que en algunos casos durante el 2014, los perjuicios alcanzaron USD 5.2 por barril, con un adicional de flete de crudo que se encareció por el uso de una tasa fija entre Ecuador y Estados Unidos. No es exagerado pensar que esta negociación, a más de comprometer la soberanía nacional deja pérdidas de unos cuántos miles de millones de dólares para el Estado y complica la liquidez de Petroecuador. Se debe considerar prioridad uno el pago de esta lesiva deuda para avanzar en los compromisos de orden social, de educación y de trabajo.