La situación que actualmente vivimos debido a la pandemia del covid-19 nos ha puesto en evidencia un secreto a voces: La salud mental tiene la misma importancia que la salud física.
Las medidas de seguridad como el aislamiento y la restricción de reunión y movilidad fueron factores detonantes para que este tema salga a la luz, dado que muchas personas pudieron evidenciar como estas incidían negativamente en su salud en general.
Pues bien, en nuestro país, este tema aún sigue siendo un gran tabú, lo que lleva a restarle importancia. Tanto así que, si de por sí es complicado conseguir una cita con un médico en el sistema de salud público, conseguirla con un psicólogo conlleva el triple de dificultad, agregándole a esto que es necesario que este se adecue a tus necesidades y te haga sentir en un ambiente seguro y de confianza, porque de lo contrario, podría resultar más costosa la cura que la enfermedad.
Por otro lado, es fácil decir -si no cumple tus expectativas, acude a uno privado-, pero no todos cuentan con ese privilegio, no todos cuentan con los recursos para pagarse dos o tres citas a la semana; es más, hasta de poder costearse una al mes que sería lo mínimo indispensable para poder lograr un cambio o avance. Es por eso que debe existir un cambio radical a cómo se lleva el tema de la salud mental, sobre todo en el ámbito público, dentro de nuestro país.