Con el incremento irracional de universidades en estas tres últimas décadas, hemos podido notar un crecimiento acelerado de políticos y politiqueros que han inundado de mentiras a esta endeble democracia, muchos de los cuales han pulverizado los espacios de grandes líderes laborales, estudiantiles, intelectuales, empresarios, profesionales, etc.
La educación primaria, secundaria y superior, más allá de haber extinguido la enseñanza de cívica, ética, historia, como parte del verdadero sentimiento de identidad cultural, es muy poco o casi nada lo que vienen haciendo para formar seres humanamente críticos, productivos y con profundo entendimiento y práctica de valores; a tal punto que ni se ve ni se escuchan a tradicionales dirigentes de FESE y FEUE, otrora fieles representantes de las multitudes oprimidas por los sectores dominantes e incluso presidentes de la República elegidos democráticamente.
¿Dónde están intelectuales, maestros, dirigentes estudiantiles y “líderes” de movimientos sociales, que jamás se los encuentra sumados a los problemas locales de sus pueblos?